¡Qué vergüenza!
Según publicaron en EL PAÍS del 24 de julio, la banca suiza ha dado a conocer una lista de titulares de cuentas bancarias que fueron mantenidas en ese país durante la II Guerra Mundial.En dicha lista aparece el nombre de un anciano español con un tenebroso pasado nazifascista, y que actualmente vive apaciblemente en nuestra benevolente democracia.
El citado anciano, a preguntas de su reportero, comenta que "tenía salditos para mis hijos" en Suiza.
Es decir, que en los terribles años de represión y barbarie política, de hambre y desesperación; cuando miles de demócratas sufrían bajo durísimas condiciones; cuando el país estaba bajo el mando de su siniestro cuñado, y de él mismo, sus "hijitos" estudiaban en la pulcra y aséptica Suiza, protegidos del hambre y la miseria que había en España.
Hago mías las palabras con las que termina la versión teatral del Diario de Anna Frank: ¡Qué vergüenza ... !.-
