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Suiza convoca un referéndum contra el programa de prescripción de droga

Andalucía planea un sistema similar de distribución de heroína

Jorge A. Rodríguez

El Gobierno federal suizo ha convocado para el 28 de septiembre un referéndum bajo el nombre genérico Juventud sin drogas (Jeunesse sans drogue), con el que se pretende la eliminación de los programas de suministro terapéutico de heroína y metadona. Andalucía planea implantar un programa similar de prescripción de heroína, que cuenta ya con el visto bueno oficioso de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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La consulta en Suiza ha sido promovida por una plataforma popular mediante la recogida de 50.000 firmas, en un país con una población de unos 30.000 heroinómanos en el que existe el consenso de los partidos -salvo la derechista Unión Democrática de Centro (UDC)- de no utilizar las drogas como argumento de la lucha política y electoral.La convocatoria del referéndum preocupa a los encargados de los programas de drogas de la Oficina Federal de Salud Pública. "Si la consulta sale adelante, representará un retroceso de 50 años en los programas y en la investigación sobre el uso terapéutico de las drogas", aseguran responsables del Programa Especial de Prescripción de Estupefacientes (PEPS). Éstos temen que la iniciativa tenga éxito en las zonas rurales -donde los programas se consideran un primer paso en la legalización de las drogas-, pero confían en las ciudades, donde el plan está más asumido.

El consejero andaluz de Asuntos Sociales, Isaías Pérez Saldaña, realizó la semana pasada un viaje a Suiza para conocer el plan de administración de heroína, ya que pretende crear uno similar en Andalucía destinado inicialmente a 40 toxicómanos terminales y que ya tiene presupuesto: 36 millones de pesetas.

Pérez Saldaña escuchó testimonios de afectados en el PEPS de Ginebra, dependiente del Hospital Universitario, donde 38 toxicómanos reciben tratamiento con heroína. La media de droga suministrada es de 500 miligramos diarios.

En la reunión en la clínica participó también Rafael, un politoxicómano de origen asturiano, quien reclamó la implantación en España de los programas de administración de heroína. "Tienen que darse cuenta de que supone una disminución de la delincuencia callejera, de la violencia, porque el toxicómano no tiene que estar dándole vueltas a cómo conseguir la heroína, que siempre la logra robando", explicó.

La consulta popular en Suiza cuenta con el precedente de otra, años atrás, que no tuvo éxito. El 60% de los suizos se manifestaron en contra de el endurecimiento de la política de drogas, especialmente después de que los programas de distribución de opiáceos acabaran con las llamadas Escenas abiertas. Estos episodios de drogadicción pública se hicieron famosos en Berna y Zúrich, donde cientos de heroinómanos expresaron su protesta por su persecución y marginación con chutes colectivos en lugares como la puerta de la sede del Parlamento.

"Aquellas escenas abiertas se convirtieron en un escándalo para los suizos, que hicieron una gran presión popular para su eliminación", asegura Francisco Giner, hasta el viernes pasado responsable de la clínica PEPS de Ginebra. Esa presión desembocó en los proyectos de administración de metadona, heroína y morfina.

Es lo que genéricamente se denominan políticas de reducción de riesgos; es decir, que, una vez admitido el hecho innegable de que existen los heroinómanos y que su eliminación es imposible, se adoptó la decisión política de que era necesario recuperar social y sanitariamente al yonqui, frenar la inseguridad ciudadana que creaba y, sobre todo, recuperar el orden y la limpieza que el ciudadano suizo exige. Esto llevó al establecimiento de una política federal sobre drogas basada en los llamados cuatro pilares: prevención, tratamiento, represión del narcotráfico (no del consumidor) y reducción de riesgos.

Esto no ha impedido que la población de heroinómanos en Suiza se mantenga estable en 30.000 personas (2.500 de ellos en Ginebra). El PEPS está implantado en toda la Confederación Helvética, con 1.000 toxicómanos atendidos, es uno de los programas más avanzados del mundo, junto al británico y al australiano.

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Sobre la firma

Jorge A. Rodríguez
Redactor jefe digital en España y profesor de la Escuela de Periodismo UAM-EL PAÍS. Debutó en el Diario Sur de Málaga, siguió en RNE, pasó a la agencia OTR Press (Grupo Z) y llegó a EL PAÍS. Ha cubierto íntegros casos como el 11-M, el final de ETA, Arny, el naufragio del 'Prestige', los disturbios del Ejido... y muchos crímenes (jorgear@elpais.es)

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