Alarma en la ONU ante el presumible colapso del acuerdo de paz en Angola
El seísmo político que acabó en mayo con la dictadura de Mobutu en Zaire (actual República Democrática de Congo) sigue conmoviendo toda la región. Representantes de la ONU y de EE UU acaban de dar la alarma ante la situación terminal que vive el acuerdo de paz que puso fin a 20 años de feroz guerra civil en Angola. Las escaramuzas verbales han pasado al enfrentamiento armado entre el Gobierno de Luanda y la guerrilla de Jonás Savimbi por el control de los diamantes en Lunda Norte.
El fin de Mobutu ha supuesto para UNITA (Unión Nacional para la Independencia Total de Angola), el movimierito guerrillero de Savimbi que todavía controla más del 40% del país, la pérdida de su último aliado regional, de los santuarios y los depósitos secretos de armas que poseía en territorio zaireño, fronterizo con la región angoleña de Lunda.El Gobierno de José Eduardo dos Santos, que ha sabido librarse del lastre marxista para granjearse el apoyo de Estados Unidos (antiguo valedor de Savimbi), quiere a toda costa que sean inutilizados los 10.000 combatientes de UNITA que ni fueron desmolivizados ni integrados en el nuevo Ejército angoleño y que, según diversos observadores, combatieron duramente en Kenge junto a las tropas de Mobutu, en la última batalla antes de la caída de Kinshasa a manos de la Alianza de Laurent Kabila.
Angola, junto a Suráfrica, Ruanda, Uganda y Zambia, es uno de los páises que más claramente ha mostrado su apoyo al nuevo poder de Kinshasa, y Joao de Matos, el todopoderoso jefe del Ejército angoleño, mantiene excelentes relaciones con Paul Kagame, el hombre fuerte ruandés.
Romper el acuerdo
A lo! representantes de UNITA en España no les cabe ninguna duda de que "De Matos quiere aprovechar el cambio político en Kinshasa para exterminar a un movimiento incómodo que pone en serias dudas el verdadero espíritu democrático del Gobierno angoleño".La misión de UNITA en Madrid admite, como el propio Savimbi re conoció a EL PAÍS en la primavera el año pasado, que hay sectores de la guerrilla partidarios de romper unos acuerdos de paz que ponen en peligro su supervivencia. Los representantes de UNITA acusan a De Matos de "arrogancia y brutalidad" y aseguran que prepara una "ofensiva militar" que provocará un "baño de sangre". Pero algunos analistas estiman que Savimbi, inquieto por el cambio de poder en el antiguo Zaire, quiere garantías de que su movimiento mantendrá el control sobre los diamantes, que en 1996 le reportaron a UNITA unas ganancias estimadas en 500 millones de dólares (unos 75.000 millones de pesetas).
Los enfrentamientos han ido subiendo de tono en las últimas semanas en la región de Lunda Norte y la ONU teme que acaben devorando todo el proceso de paz. La Comisión Conjunta encargada de supervisar la paz ha condenado a UNITA por la violación de los acuerdos de 1994, según declaró el viernes en Luanda su portavoz David Wimhurst.
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