Embajada sin rango diplomático en Sarajevo

Un año y medio después de la firma del acuerdo de paz de Dayton y a pesar de que hay 1.300 soldados españoles desplegados en Bosnia-Herzegovina, que el Alto Representante de la comunidad internacional en Bosnia Herzegovina es español, Carlos Westendorp, al igual que el máximo jefe de la OTAN (con 30.000 tropas de la fuerza de paz), Javier Solana, España sigue sin tener embajada en Sarajevo. Países con mucha menor presencia en la antigua república yugoslava como Portugal tienen representación diplomática. La única misión española que existe hoy en Sarajevo es la Embajada de Democracia Local de Barcelona (ALD), que depende del Ayunta miento de Barcelona y abrió su oficina el 13 de febrero de 1996. Con un presupuesto de 10 millones anua les, la ALD tiene entre manos diversos proyectos humanitarios y de reconstrucción que suponen para 1997 una inversión de 500 millones de pesetas.Eric Hauck, actual director de la ALD, explica que ante la ausencia de representación diplomática española, le ha tocado asumir en varias ocasiones "cierta representación institucional" en Sarajevo. Por ejemplo, la ALD ha actuado de "puente" con las embajadas de España en Zagreb y Viena (de la que depende Sarajevo) a las que ha dado apoyo en la tramitación de visados para ciudadanos bosnios que quieren viajar a España.

Pero el papel más importante que desempeña la oficina de la ALD es lo que Eric Hauck define como "altavoz" para enseñar Sarajevo y para que la gente abandone la idea de que la guerra se ha acabado y ya no hay problemas. "La postguerra es más dura, si cabe, y, hay que seguir trabajando", dice Hauck, periodista de profesión, como su antecesor en el cargo hasta febrero pasado, Carles Bosch. "En un año han pasado 400 delegaciones por esta oficina. Tenemos abiertos 400 proyectos propios o de intermediación, de los que tenemos que hacer un seguimiento, al menos para que no se rompa el contacto entre las dos partes".

El proyecto más importante es la reconstrucción del barrio de Mojmilo, que fue la villa olímpica en los Juegos de invierno de Sarajevo, en 1984. El proyecto incluye 1.011 apartamentos que alojarán a 3.000 personas, refugiados en su mayoría; un centro médico que asistirá a unas 100.000 personas; y una guardería que dará servicio a unos 500 niños. El proyecto de Mojmilo supone un desembolso de 400 millones de pesetas, financiados por la Unión Europea y patrocinadores que aporta el Ayuntamiento de Barcelona.

Otro proyecto de gran significado que lleva a cabo la ALD es la reconstrucción de 28 viviendas en Hadzici, un barrio de Sarajevo en la línea del frente que estuvo en poder de las fuerzas serbias durante la guerra. Las casas son propiedad de familias musulmanas que hoy ocupan apartamentos que pertenecían a familias serbias. El proyecto permitirá el regreso y reasentamiento de refugiados bosnios y serbios. Todas las obras que coordina la ALD están dirigidas por arquitectos locales y sólo en casos excepcionales hay asistencia técnica desde Barcelona.

Además de la reconstrucción, la Embajada de Democracia Local lleva a cabo actividades sociales, culturales y deportivas. Desde el euroclub, con 2.200 socios, se imparten clases de francés, italiano, inglés, español y catalán; de informática, se organizan mesas redondas sobre democracia y derechos humanos, hay una hemeroteca internacional y una videoteca, y se organizan conciertos y se promueven actividades deportivas. Por ejemplo, la rehabilitación de seis pistas de baloncesto en Mojmilo, en las que ahora pueden jugar los niños que antes lo hacían en terrenos que podían estar minados.

" Cada semana pasa por esta oficina una delegación procedente de España. Organizaciones no gubernamentales, gente que quiere hacer proyectos de intercambio, turistas... Hay una fiebre por Sarajevo. Suecos, suizos y estadounidenses usan este centro para contactar con jóvenes de Sarajevo. Esto es un auténtico punto de encuentro", dice Eric Hauck. El director y otros diez jóvenes de Sarajevo componen la plantilla de la ALD. Otras ciudades como Amsterdam y Bradford y la región italiana de la Toscana tienen oficina en Sarajevo, pero exclusivamente dedicadas a labores de reconstrucción.

La Sarajevo en la que trabaja la ALD es, probablemente, la ciudad con mayor vitalidad de la antigua Yugoslavia, con una población joven que quiere vivir intensamente y recuperar el tiempo perdido durante los tres años y medio de guerra. Todo aquel que conoció los tiempos del brutal asedio serbio, cuando la ciudad resistía moribunda, y cuando sus habitantes apenas se atrevían a salir a la calle, y llega hoy a Sarajevo recibe un impacto mayúsculo: la ciudad está irreconocible. Y es algo más que una simple apariencia, a pesar de que detrás del bullicio persista el decorado de la destrucción causada por las bombas.