González admite en unas declaraciones que hubo excesos en la lucha contra ETA

El ex presidente del Gobierno, Felipe González, ha reconocido por primera vez que las autoridades estatales quizá fueron demasiado lejos en su lucha por reducir la violencia terrorista.Estas declaraciones fueron realizadas durante una entrevista con el periódico norteamericano The New York Times, publicada ayer, en la que González pidió expresamente que no se recogieran literalmente sus palabras. El propio diario afirma: "sin embargo declaraciones similares fueron hechas por el ex presidente en una reciente entrevista con EL PAÍS" [publicada el pasado 29 de junio].

La Policía y la Guardia Civil, según González, pudieron haber llevado a cabo entre 1983 y 1987, cuando se. produjo la llamada guerra sucia, asesinatos contra terroristas, pero aclaró que sólo porque la incipiente democracia española era demasiado débil para frenarlos.

González mantuvo que nunca se le ha pedido que aprobara estas acciones contra los terroristas, acusación lanzada por "al menos un convicto oficial de bajo nivel" según recoge la entrevista [en presumible alusión al ex comisario Amedo]. También declaró al periódico norteamericano que las únicas acciones ilegales de las fuerzas de seguridad durante su mandato fueron aquéllas que él no fue capaz de localizar y, frenar.

Oficiales franquistas

El ex presidente recordó que, en esa época, el Ejército y la Policía estaban dominados por oficiales nombrados durante el franquismo y que lo que se pretendía con el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 era conseguir que el Gobierno no diera un mayor poder autonómico a los vascos y a otras regiones.Su versión es que algunos elementos de las fuerzas del orden, que habían sido leales a Franco, decidieron realizar por su cuenta acciones ilegales y no autorizadas para combatir la presión que padecían los oficiales del Ejército y la Policía debido a la amenaza de las acciones terroristas, pero también como desafío a otros elementos de la policía que cooperaban con el Gobierno democrático para evitar que acciones similares ocurrieran.

Ante una pregunta sobre la posibilidad de que se puedan producir cargos judiciales contra él, el ex presidente del Gobierno manifestó que si se le pidieran responsabilidades por estas acciones diría que tanto estas actitudes involucionistas como la guerra sucia fueron respuestas al terrorismo y que él desde su cargo como presidente del Gobierno fue capaz de paralizar los dos primeros problemas, pero no de contener éste último.

The New York Times también reproduce un extracto de las declaraciones de González a EL PAÍS en una entrevista con el director que fue publicada el pasado día 29 de junio: "La gente no quiere entender que se respetó un aparato del Estado heredado íntegramente de la dictadura, que la agresión terrorista alimentaba la involución permanentemente".