Una flotilla anticastrista se acerca a aguas cubanas

Barcos de la Marina de guerra cubana y del servicio de guardacostas de Estados Unidos volvieron a colaborar ayer en altamar para evitar incidentes durante la conmemoración que una flotilla de barcos anticastristas realizó a mediodía en el límite de las aguas jurisdiccionales cubanas, coincidiendo con el tercer aniversario del hundimiento de un remolcador cubano, en el que perecieron 41 personas cuando trataban de huir de la isla.La manifestación anticastrista, que se produjo sólo un día después de que dos pequeñas bombas estallasen en los hoteles Capri y Nacional de La Habana, se realizó sin mayores incidentes gracias a la intervención de la Guardia Costera estadounidense, que impidió al Democracia, buque insignia de la flotilla, llegar cerca de las aguas territoriales cubanas.

El organizador de la protesta, Ramón Saúl Sánchez, viajaba en el yate Democracia y había advertido que aunque la flotilla no iba a adentrarse en aguas jurisdiccionales cubanas, él sí pensaba hacerlo en una pequeña balsa para arrojar flores en el lugar donde se produjo el hundimiento del remolcador, a seis millas de las costas cubanas.

La Guardia costera de EE UU, tras realizar varias advertencias al dirigente del grupo anticastrista en las últimas horas, interceptó en la madrugada del domingo al yate Democracia obligándole a abandonar el resto, de la flotilla. Sin embargo, las otras 13 embarcaciones que formaban parte del grupo si llegaron a 12 millas de las aguas internacionales cubanas.

La protesta se realizó con normalidad a las 11 de la mañana, hora local, y los exiliados que participaron en ella lanzaron al mar coronas de flores para recordar a los 41 cubanos desaparecidos el 13 de julio de 1994, rezaron y cantaron el himno nacional cubano. Mientras tanto, en tierra, la policía investigaba en La Habana quién podría estar detrás de las bombas del sábado. Muchas sospechas, aún no oficiales, recaían sobre los grupos más violentos del exilio cubano en Estados Unidos.