Más de 4.000 policías velarán por la seguridad de la reunión

Más de 4.000 policías , nacionales, policías municipales y guardias civiles han sido movilizados por el Ministerio del In terior dentro del dispositivo de seguridad dispuesto para la cumbre de la OTAN en Madrid. El máximo responsable de este despliegue es el comisario Fernando Delgado, a las órdenes del subdirector general operativo de la Policía, Pedro Díaz-Pintado. Entre las principales preocupaciones de las fuerzas de seguridad, están posibles alteraciones de orden público causadas por grupos antimilitaristas, más que la posibilidad de atentados terroristas. La policía está en "alerta permanente" para evitar una acción de ETA "en respuesta" al éxito obtenido el pasado lunes por la Guardia Civil con la liberación del funcionario José Antonio Ortega Lara, secuestrado el 17 de enero de 1996.

El Cuerpo Nacional de Policía ha ordenado el traslado a Madrid de unos mil agentes que integran 22 Unidades de Intervención Policial (UIP), entre ellas dos con base en Las Palmas de Gran Canaria que nunca antes habían sido movilizadas. También formarán parte del dispositivo 11 de los 12 grupos que componen la UIP de Madrid, mientras que el duodécimo ha sido trasladado a Mallorca coincidiendo con la estancia del presidente Bill Clinton en la isla.

Antidistubios

Todos estos agentes antidisturbios se encargarán básicamente de la seguridad de los hoteles donde se alojan las delegaciones extranjeras y del recinto donde se celebra la cumbre de la OTAN. Además, se ha movilizado a la Brigada de Información, a cientos de escoltas y a las dotaciones de tanquetas, helicópteros, desactivadores de explosivos, guías caninos y tiradores de élite.Unos cuatrocientos guardias civiles se ocuparán principalmente de la seguridad en el aeropuerto de Barajas, mientras que la Policía Municipal de Madrid ha movilizado -a otro millar de agentes para regular el tráfico y abrir carrera para facilitar los desplazamientos de los asistentes.

La Delegación del Gobierno en Madrid ha prohibido la celebración de 15 manifestaciones convocadas por grupos antimilitaristas, pacifistas y de okupas.

"El atentado terrorista no se puede descartar nunca, pero lo más posible es que haya alguien que intente hacer algo llamativo", señala un mando policial. "Algo cómo lo que hizo en septiembre de 1994, durante la Asamblea del Fondo Monetario Internacional en Madrid, un grupo de Greenpeace que burló la seguridad y se encaramó al techo del salón de reuniones".