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Tribuna
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Canta, autor,canta

La II Semana de Canción de Autor se cerró el viernes en la sede de la SGAE (Sociedad General de Autores de España). La convocatoria ha sido un éxito ejemplar organizado por la Fundación Autor y la propia SGAE. No es fácil montar un tinglado de este calibre por la sencilla razón de que levantas una piedra y te salta un batallón de cantautores para todos los gustos.-En esta ocasión, han sido cinco sesiones, en cada una de las cuales han actuado tres artistas durante 20 minutos. Una ensalada mixta muy bien aliñada: desde los míticos Pau Riba, Elisa Serna y El Viajante (que antes fue Jaume Sisa, luego Ricardo Solfa, y lo que te rondaré, morena) hasta los novísimos Ismael Serrano, Víctor Mariñas, Inés Fonseca, Matías Avalos y Luis Felipe Barrio, pasando por los excelentes Javier Bergia, Roque Narvaja, Luis Mendo y Bernardo Fuster. Y un exotismo delicioso, la sudanesa Rasha, hermana de Wafir, del grupo Radio Tarifa.

El sincretismo está servido. Porque la canción de autor ha fagocitado todas las tendencias de la música actual: rock, pop, folk, jazz, sonidos étnicos, flamenco, nuevos ámbitos sonoros y cualquier ensoñación estética de los puntos más dispares de la tierra.

Por todas estas razones, ya es hora de ir olvidando el término cantautor, expresión espuria plagada de anacronismos. ¿En qué se diferencia un cantautor de otro músico cualquiera? Ya no se puede hablar con rigor de que un cantautor lo sea por motivos éticos, estéticos o solidarios. ¿Por qué no se les llama simplemente artistas? Además, al arrullo de la moda, se autoincluyen en la lista algunos comicastros con muy buena voluntad y escasos talentos. Todavía quedan infiltrados cuyo arte consiste en rascar un instrumento para alodoctrinar al público con mítines, sermones y metáforas carroñeras. Es decir, bostezos para todos. Todo lo que no sea belleza, en música, es un insulto a la sensibilidad del respetable. Se acabaron los cantautores. ¡Viva la música!

El estilo comenzó en 1963 con la irrupción de Raimon y su memorable Al vent. Ese mismo ano salía el primer disco de los Beatles. El género creció con la inestimable colaboración de los censores franquistas y la policía. Surgieron artistas de la categoría de Paco Ibáñez, Serrat, María del Mar Bonet, Pi de la Serra, Ovidi Montllor (te seguimos añorando, amigo), Aute, Víctor Manuel, Sabina, Amancio Prada, Pablo Guerrero, Luis Pastor, Labordeta, Cecilia, Manolo Díaz, Lluis Llach y ese maravilloso Pepín Tre, sólo conocido por los iniciados.

Hay que hacer un soberbio homenaje a los bares y cafés que están siendo el auténtico semillero de estas músicas. Una anotación final: éstos son buenos tiempos para la lírica.

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