Guterres amenaza con dimitir si el Parlamento aprueba nuevos impuestos
En una declaración oficial y solemne al país, el primer ministro portugués, Antonio Guterres, anunció anoche que presentará su "dimisión inmediata" si el Parlamento aprueba cualquier proyecto de la oposición sobre las Finanzas Locales que suponga un "aumento brutal de los impuestos y un agravamiento del déficit". A juicio del Gobierno, la aprobación de cualquiera de los tres proyectos presentados por la oposición, tal y como están redactados actualmente, impediría el objetivo prioritario de cumplir los criterios de convergencia para alcanzar el primer pelotón del euro.El dirigente socialista hizo esa declaración oficial nada más ser rechazado en el Parlamento, con el apoyo de los comunistas, el proyecto gubernamental de Finanzas Locales que, sin ninguna duda, es el más austero de todos los presentados a la hora de transferir recursos económicos a los ayuntamientos. El Ejecutivo socialista considera indispensable contener esas transferencias en función de la moneda única, a pesar de las próximas elecciones municipales, convocadas para el mes de diciembre, y cuya precampaña electoral ya han inciado todos los grupos políticos. El efe del Gobierno portugués calificó de "inequívocamente grave" el rechazo que dijo "equivale a una ausencia de diálogo" sobre los objetivos prioritarios de la economía lusa que, además, "intenta obstaculizar la gobernabilidad" del país.
Tras explicar que "existen límites para la demagogia" y "para las guerrillas", el primer ministro portugués anunció formalmente que está dispuesto a convocar elecciones anticipadas si la oposición frena algunos de sus principales compromisos electorales e impide la consecución de objetivos básicos para el país. Guterres recordó que hace un mes exactamente advirtió públicamente de sus intenciones y precisó que ayer mismo informó al presidente de la República, Jorge Sampaio, sobre la posible crisis de Gobierno.
El líder del primer partido de la oposición (el conservador Partido Social Demócrata), Marcelo Rebelo de Sousa, explicó que el Gobierno "no puede abrir una crisis política hasta 1999", mientras su portavoz parlamentario, Luís Marques Mendes, añadía que el Ejecutivo no puede continuar esta "dramatización" de la vida política con "amenazas reiteradas" de elecciones anticipadas.
