"No me gusta cómo canta mis canciones mi sustituto en Supertramp"
Coincidiendo en el tiempo y el espacio con la visita que sus ex compañeros de Supertramp han hecho a nuestro país, la otra mitad del que fuera eje bicéfalo del megagrupo, el cantante y compositor Roger Hodgson, también ha pasado unas fechas en España para presentar de un modo más modesto su tercer disco en solitario, Rites of passage. Hodgson ha hecho apenas cuatro presentaciones acústicas sin más apoyos que su guitarra y su piano. Hoy actuará en la Fnac de Barcelona.Hodgson, cuyo aspecto y actitud revelan una humildad y buen talante que le alejan varios años luz del resto de las estrellas del espectáculo, cuenta que la elaboración de su último álbum, ha resultado francamente difícil: "En 1993, tras decir que no a la oferta de rehacer Supertramp, me encerré en mi estudio casero a diseñar dos proyectos consecutivos de disco que terminaron arruinándose. A esto se unió algún problema de índole familiar y yo caí en una depresión tremenda". Sin embargo, la salvación habría de venir de la mano de su esposa, Karuna, que figura como productora en los créditos del álbum: "Como músico, soy un completó desastre para los negocios, las relaciones públicas y todo eso, Así que mi mujer decidió tomar las riendas de todo y poco después me explicó que lo que yo tenía que hacer era lanzarme a la carretera y grabar un. disco en directo".
Pero no ha sido su esposa la única de los Hodgson que: arrimó el hombro para sacar, al cabeza de familia del pozo negro. Su hijo Andrew, de 16 años, toca la batería y, a decir de él, "aunque lo hace muy bien, lo que domina realmente son la guitarra y el piano". La presencia del vástago a su vera musical, sin embargo, le obliga a hacerse en voz alta una pequeña y sincera reflexión: "Está, lleno de vida y se divierte con lo que hace. Todo el día pensando en música, soñando con música... ¡Dios mío! Yo era así hace algunos años. ¿Qué ha pasado conmigo?"
Un mito roto
Finalmente, Roger Hodgson se dejó convencer por su mujer e hijo y se lanzó a este disco, en el que se combinan canciones que el artista ha cincelado en solitario junto a otras, mucho más conocidas, que ahora confiesa haber escrito en solitario para Supertramp, destrozando así el mito de que los mejores éxitos del grupo eran producto de la alquimia en el tándem Davies-Hodgson. Al contrario que su irascible ex compañero, el autor de Logical song y Give a little bit no elude ninguna cuestión acerca de su negativa a volver a integrar la banda: "Simplemente dejé de pasármelo bien. En cuanto a mi relación con Rick, después de haber estado muchos años tocando juntos, se fue enfriando y, tras intentar la vuelta en el 93, yo tiré la toalla".A pesar de todo, no hay mucha amargura en las palabras del cantante: "Supertramp significa casi toda mi vida artística y siempre lo recordaré con cariño". Este vínculo emotivo lo refuerza la presencia del saxofonista de la banda, John Helliwell, que también ha colaborado en el disco de Hodgsón: "John es un individuo muy educado. Nunca discute con nadie. Es un buen actor"
Tampoco faltan unas palabras a la hora de enjuiciar a los nuevos Supertramp: "Estuve viéndoles al principio de la gira y me siguen pareciendo una banda fantástica. A Rick se le ve con mucha fuerza y Bob [Seibenberg, el batería] está tocando mejor que nunca". En cuanto a su sustituto, él teclista neozelandés y ex componente de los Crowded House Mark Hart, su sola mención parece ser lo único que revela en el tono de su voz cierta acritud: "No me gusta cómo canta mis canciones". No obstante, si su carrera en solitario no le hiciera llegar adonde llegó con Supertramp, Hodgson promete no alterarse: '.'Ahora puedo hacer cosas que antes, con el grupo, no podía: sentir la proximidad del público. Con la banda éramos esclavos de las grandes producciones, la presión de las ventas y la fama".
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