Un petrolero derrama en la bahía de Tokio 13,400 toneladas de crudo
Segunda marea negra producida en aguas japonesas en este año
El mar ha vuelto a ser castigado. El Diamond Grace vertió ayer, en menos de seis horas, 13.400 toneladas de petróleo después de encallar a seis kilómetros de la costa de la bahía de Tokio. Tras este accidente, -que puede convertirse en la mayor catástrofe ecológica sufrida en aguas de Japón-, han aumentado las labores para frenar el desplazamiento de la gran marea negra hacia las costas de la capital nipona. Los japoneses aún no han olvidado otro derrame de 5.200 toneladas de crudo, el pasado mes de enero.
Los japoneses volvieron ayer a recibir otro duro golpe cuando aún conservan en la memoria la contaminación causada por el naufragio del petrolero ruso Nakhodka, que vertió el pasado mes de enero en sus aguas 5.200 toneladas de crudo.El superpetrolero de bandera panameña Diamond Grace expandió ayer, en menos de seis horas, 13.400 toneladas de petróleo después de encallar a seis kilómetros del puerto de Yokohama, al sur de Tokio y en el corazón de la bahía del mismo nombre en la que también se hallan situadas las ciudades de Kawasaki y Chiba. La mancha de petróleo se desplaza a dos kilómetros por hora en dirección noreste, hacia las costas de la región nipona con mayor densidad de población, habitada por unos 35 millones de personas. Sin embargo, el derrame de crudo está controlado y han aumentado las labores para frenar el desplazamiento de la gran marea negra hacia la capital nipona.
De este accidente, que puede
convertirse en la mayor catástrofe ecológica sufrida en aguas japonesas, se desconocen de momento los detalles. La Agencia de Seguridad Marítima inició ayer el interrogatorio del capitán del barco Hidenori Nematsu, en particular, sobre las razones que condujeron a su petrolero a un lugar donde la profundidad apenas alcanzaba los 12 metros. La tripulación del petrolero se compone de cinco japoneses y 20 filipinos.
La Marina japonesa y algunas empresas privadas especializadas enviaron también naves de limpieza. Los vapores que se desprendieron de la gran mancha, que alcanzó 8,7 kilómetros de largo por 7,4 de ancho, impregnaron algunas ciudades de la bahía de un fuerte olor a petróleo que afectó sobretodo a los niños. En el barrio de Edogawa, en Tokio, 16 niños tuvieron que ser hospitalizados.
"Reconozco que es grave que haya ocurrido esto en la bahía de Tokio. Hemos desplegado todos los esfuerzos posibles para impedir que el petróleo se expanda más lejos", declaró el ministro de Transportes nipón, Makoto Koga. El primer Ministro, Ryutaro Hashimoto, qué solicitó información detallada del accidente, expresó su preocupación por la posibilidad de que se declare un incendio en la bahía de Tokio. El Diamond Grace llevaba 257.000 toneladas de crudo en 12 tanques, -con una capacidad máxima de 46.000 toneladas cada uno- de Arabia Saudí a la refinería que la compañía Mitsubishi Oil tiene en Kawasaki. Dos de estos tanques se rompieron cuando el barco, que estaba a punto de finalizar su travesía, encalló. La historia de las mayores catástrofes ecológicas por derrame es: En 1997, el Olympic Bravery vertió 250,000 toneladas de crudo en Finisterre y el Urquiola, en Cádiz, expandió 100.000 toneladas. En 1983, el petrolero español Castillo de Bellver al incendiarse derramó 300.000 toneladas. En 1991, el Haven vertió 143.000 toneladas en Italia. En 1994, un oleoducto ruso vertió en ríos rusos unas 300.000 toneladas.
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