El presidente de Nicaragua amenaza con aplastar la revuelta estudiantil
El presidente de Nicaragua, Arnoldo Alemán, usando un lenguaje inusualmente duro, amenazó ayer con encarcelar a los jóvenes involucrados en una violenta protesta estudiantil en la capital. Sus palabras indican que no se ve una salida inmediata a la crisis universitaria, que viene a sumarse a las recientes protestas de otros sectores contra los recortes sociales. Alemán descartó negociar el monto del presupuesto universitario, centro de las disputas. Los enfrentamientos más violentos entre universitarios y agentes policiales en Managua, el lunes, tercer día de la protesta, dejaron 50 heridos.
En este caso, el Gobierno sostiene que la financiación estatal a la educación superior se calculará sobre los ingresos ordinarios del presupuesto de la República, es decir, un monto de 4.380 millones de pesetas. Mientras, los estudiantes exigen 5.168 millones de pesetas, suma que incluye las donaciones y créditos que percibirá Nicaragua en 1997."Si continúa [la protesta violenta] vamos a comenzar las detenciones", advirtió Alemán. Durante un desayuno con corresponsales extranjeros, el mandatario calificó de "pandilleros" -como en Nicaragua se denomina a los integrantes de grupos de delicuentes juveniles- a los universitarios, y volvió a insistir en que aplicará el peso de la ley para aplacar las manifestaciones antigubernamentales.
Por su parte, la dirección de la Universidad Centroamericana (UCA) de Managua, regentada por sacerdotes de la Compañía de Jesús, tomó distancia de los hechos de violencia que se han suscitado desde sus aulas. En un comunicado, la UCA señaló que "elementos extraños" están azuzando este tipo de actos, que se podían explicar pero no justificar. Las calles aledañas a la UCA son ahora un foco de tensión en la capital nicaragüense. Desde el jueves pasado, se mantienen cerradas al tráfico. Y, según la nota de protesta de los jesuitas, se ha intentado usar el campus universitario "como puesto de mando de una plataforma de lucha violenta". Asimismo, pidieron a la comunidad estudiantil y a sus dirigentes "mantener su autonomía frente a intereses partidarios".
La posición de los jesuitas se hizo pública después de los intensos enfrentamientos acaecidos durante más de tres horas en las cercanías de la UCA y del centro comercial Metrocentro, en el nuevo centro de Managua. Las hostilidades entre los jóvenes y los antidisturbios se reanudaron el lunes por la tarde en ese sector y sólo cesaron cuando declinó el día, con un resultado de medio centenar de heridos o intoxicados por los gases lacrimógenos. Ambos bandos se han abstenido de usar armas. Las oleadas de pedradas y cócteles mólotov de los estudiantes son repelidas por los cuerpo antidisturbios e la policía, con balas de fogueo y bombas lacrimógenas.
Los rectores universitarios se mantenían reunidos ayer en sesión permanente para definir su estrategia. Alemán les dijo que esta situación se les podía escapar de las manos.
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