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La ola de puritanismo en EE UU lleva a un juez a confiscar 'El tambor de hojalata'

La nueva versión de "Lolita" no encuentra distribuidor

Michael Cainfield no pudo terminar de ver el vídeo de El tambor de hojalata que acababa de alquilar. La pasada semana, la policía de Oklahoma se presentó en su casa y le conminó a que lo entregara de inmediato. Horas antes, un juez de esa localidad había ordenado la confiscación de todas las copias esa película de Volker Schlöndorff, culpable, en de su opinión, de "obscenidad". Dentro de ese clima - de censura puritana, ningún estudio quiere distribuir en Estados Unidos la nueva versión cinematográfica de Lolita.

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Leyes, costumbres y presiones

Un grupo de abogados de la Unión de Libertades Cívicas Americanas (ACLU) se reunió ayer en Oklahoma para preparar el contraataque en lo que ya se llama "el caso del Tambor de Hojalata". Camfield, que es director en esa ciudad de la ACLU, les contó que había alquilado el filme en un vídeoclub tras escuchar que los grupos de la derecha cristiana, querían prohibirlo. Cuando estaba viéndolo en su casa, aparecieron los policías."Aunque intenté entablar una discusión sobre derechos constitucionales y méritos artísticos", dijo Camfield, "tuve la nítida impresión de que cualquier resistencia sería en vano y que se iban a llevar la película de uno u otro modo".

Los policías habían encontrado la pista de Camfield después de personarse en todos los videoclubes de Oklahoma, apoderarse de todas las copias de El tambor de hojalata e informarse de los nombres y direcciones de los clientes que en esos momentos tenían alquilada alguna. Obedecían una orden del juez Richard Freeman, que acababa de sentenciar que, de acuerdo con las leyes de Oklahoma, el filme es "obsceno" porque presenta a un menor de 18 años manteniendo una relación sexual.

La decisión del magistrado y la rapidez de la actuación policial le merecieron a Camfield el siguiente comentario: "Es curioso que esta película, que cuenta la visión de la Alemania nazi que tiene un niño que no quiere crecer, sea perseguida en Estados Unidos con los mismos métodos que empleaba la Gestapo para confiscar y quemar los libros prohibidos".

El juez Freeman respondía a una demanda de la Asociación para la Protección de los Niños y las Familias de Oklahoma. El director de ese grupo, que cuenta con 13.000 miembros, cuenta que se enteró de la existencia del filme escuchando a un predicador en una emisora local cristiana.

El tambor de hojalata, que ganó en 1979 el Oscar a la mejor película extranjera, es una adaptación del director alemán Volker SchIöndorff de la novela de su compatriota Günter Grass. En una escena, un muchacho de unos siete años practica el sexo oral con una muchacha.

Sin acuerdo

En ese mismo marco de puritanismo, The Washington Post informó ayer que ningún estudio quiere distribuir en Estados Unidos la nueva versión cinematográfica de Lolita, la novela de Nabokov sobre la obsesión de un hombre maduro por una chica de 12 años."Llámenle censura o pudibundez, lo cierto es que esta producción de 50 millones de dólares que interpreta Jeremy Irons y dirige Adrian Lyne ha dado miles de vueltas en los estudios desde marzo y todavía no hay acuerdo de distribución en perspectiva", escribió el diario.

"Me aterra que este clásico de la literatura del siglo XX sea hoy más tabú para Hollywood que hace tres décadas", declara el historiador del cine Richard Jewell.

La novela de Nabokov fue llevada al cine en 1962 por Stanley Kubrick, con James Mason como Humbert Humbert y Sue Lyon como Lolita. En la versión de Adrian Lyne, Dominique Swain, de 15 años, interpreta a la ninfa y Melanie Griffith, a su madre.

Temiendo ser acusados de promover la pedofilia en un país traumatizado por las violaciones y asesinatos de las niñas Mega Kanka y Jon Benet Rainsey, Warner Bros, Sony, Universal, Paramount y Miramax han rechazado hacerse cargo de una película que, según sus productores franceses, será vista en Europa el próximo otoño.

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