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El PSOE se abstiene de votar la comunicación del concierto vasco porque cree que rompe la igualdad

Luis R. Aizpeolea

El nuevo secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, se estrenó ayer en el terreno parlamentario con una abstención ante la modificación del Concierto Económico y el Cupo vascos. Ambos proyectos de ley pasaron sin entusiasmo la prueba del Congreso. Sólo los cinco diputados del PNV aplaudieron con calor las dos leyes que profundizan la autonomía fiscal vasca, pese a que todos los grupos, con excepción del PSOE (se inclinó por la abstención), votaron a su favor. El resultado fue de 195 votos a favor y 125 abstenciones. Juan Manuel Eguiagaray, del PSOE, marcó la nota crítica al señalar que "el derecho legítimo a la diferencia no debe cuestionar el legítimo derecho a la igualdad jurídica y económica de los españoles".

Sólo el PNV dio rango histórico a la jornada. "Es un día importante para el pueblo vasco y debía serlo para el resto del Estado". En el "debía serlo" de la introducción de la intervención del diputado del PNV, Jon Zabalía, estaba el reconocimiento de la frialdad con que el Congreso iba a acoger la aprobación de las dos leyes financieras del País Vasco.El diputado del PNV Jon Zabalía miraba unos escaños muy vacíos. En el banco azul sólo se sentaba el ministro del Interior, el vasco Jaime Mayor Oreja. Más tarde se incorporarían el de Industria, Josep Piqué, y el vicepresidente Francisco Álvarez Cascos. El presidente del Gobierno, José María Aznar, y el nuevo secretario general del PSOE, Joaquín Almunia, lo hicieron poco antes de la votación. Felipe González y el líder de Izquierda Unida (IU), Julio Anguita, no estuvieron presentes. Contrastaba con el palco de invitados en el que había una representación de las tres diputaciones generales vascas y del PNV.

La intervención en defensa de las dos leyes a cargo del vicepresidente del Gobierno, Rodrigo Rato, marcó la pauta del debate. Rato evitó cualquier alusión a las consecuencias que la modificación del Concierto puede tener en la fiscalidad general de España. Se limitó a insistir en el carácter histórico y constitucional del Concierto y Cupo. Todos los grupos, menos el PSOE, siguieron esa pauta. "Es un elemento vertebrador del País Vasco y España desde mediados del siglo XIX", dijo el vícepresídente.

Mas autogobierno

Rato hizo una lectura precipitada y burocrática del contenido de ambas leyes, la de un político que no está entusiasmado con lo que defiende. Sólo destacó el aumento de los niveles de autogobierno que ambas leyes suponen para el País Vasco y su adaptación a la modificación del ordenamiento jurídico.El portavoz del PSOE, Juan Manuel Eguiagaray, fue la única excepción en marcar una línea de oposición en un tono muy moderado. Defendió el principio diferenciador que suponen las leyes del Concierto y Cupo. Recordó que él mismo participó en la elaboración de la primera ley en 1981, "cuando no se habían envuelto todos en el manto de la bandera autonomista", en clara referencia a Alianza Popular (antecedente del PP), que entonces se opuso al Concierto y al Estado de las autonomías.

Dicho esto, Eguiagaray pasó a la carga. Dijo que discrepaba del momento en que se había producido esta modificación del Concierto y lo atribuyó a los compromisos políticos alcanzados por el PP con el PNV para asegurarse su apoyo en la investidura de Aznar y no a una necesidad real. "La modificación del Concierto Económico no era obligatoria hasta el año 2001. No era el momento oportuno para hacerlo ahora, porque va a haber importantes modificaciones fiscales en España. No se ha hecho por obligación legal sino por un compromiso político".

El portavoz socialista afirmó que esta ley suscitaba ilegítimas inquietudes" porque "desarmonizar la armonía fiscal no es el mejor camino". Aseguró que la modificación del Concierto suponía la desaparición de normas de armonía fiscal y citó, entre otras, la exigencia de iguales tipos de retención del IRPF y el Impuesto de Sociedades o la idéntica definición del hecho imponible del impuesto sobre bienes inmuebles y la utilización de los mismos criterios para bienes inmuebles en territorio común.

También vaticinó "nuevos problemas de conflictividad". Eguiagaray no hablaba a humo de pajas, porque unos momentos antes el portavoz de CiU, Francesc Honis, había anunciado desde la tribuna que la Generalitat reclamará próximamente al Gobierno la cesión de los impuestos especiales. "Nos dijeron hace unos meses que no era posible la cesión a Cataluña de los impuestos especiales por razones técnicas. Ahora se confirman las tesis de CiU. Han desaparecido los obstáculos y, como ya es técnicamente posible, lo vamos a reclamar próximamente". Aunque Homs no lo dijo públicamente, fuentes de CiU aseguraron que esta reclamación se incorporará a la próxima negociación presupuestaria. Homs achacó al PSOE "incoherencia" por votar en contra del sistema de financiación común y abstenerse en Concierto y Cupo vascos.

Todos los grupos apoyaron el Concierto por el reconocimiento del hecho diferencial del País Vasco y ninguno, con la única excepción del PSOE, entró a opinar sobre sus consecuencias en el resto del territorio. Coalición Canaria, Eusko Alkartasuna, IU, CiU y el propio PP insistieron en el reconocimiento de la personalidad diferencial del pueblo vasco a la hora de defender su voto. Lo había anticipado el portavoz del PNV Jon Zabalía, al señalar: "El Concierto es más que una ley fiscal. Sólo puede ser entendida como personalidad política diferenciada del pueblo vasco. Su raíz está ahí".

Redondo Terreros rompe la disciplina y se ausenta en la votación del cupo

Nicolás Redondo Terreros, secretario general de los socialistas vizcaínos, rompió la disciplina de su grupo parlamentario y no participó en la votación del proyecto de ley del Cupo, en la que el PSOE se abstuvo. Sí lo hizo, sin embargo, en la de modificación del Concierto Económico. El sentido del voto socialista se acordó por la mañana en la primera reunión del grupo parlamentario tras la elección de Joaquín Almunia como nuevo secretario general.Redondo Terreros adujo problemas "morales". El PSOE de Vizcaya decidió hace unos días apoyar la ley de Cupo y abstenerse ante la modificación del Concierto. Argumentó su apoyo al Cupo porque mantiene el índice del 6,24%, que es el que pactaron los socialistas en 1981 y se ha renovado cada cinco años. En consecuencia, no participó en la votación del Cupo para mantener coherencia con el voto favorable de la federación que lidera. El secretario general de los socialistas vizcaínos reconoció, en todo caso, que es una indisciplina de voto por la que espera sólo "pagar la multa".

Redondo Terreros argumentó que le "hubiera gustado que hubiera habido una reflexión más intensa en el PSOE, que no estuviera preñada de tópicos sobre el País Vasco y que no estuviera mezclada con la financiación autonómica del resto de Espafia". Reconoce que eso ha sido "imposible por la actitud del PP, que ha confundido una negociación constitucional, como es la modificación del Concierto, con una jugada política para atraer los votos del PNV".

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