Francia y Alemania no logran un acuerdo sobre las "condiciones sociales" del pacto de estabilidad
El presidente Jacques Chirac afirmó, al término de la cumbre franco-alemana de Poitiers, que ésta había discurrido "sin dificultades" en un "ambiente de amistad y serenidad". Fue una manera de señalar, por omisión, aquello de lo que había carecido la cumbre: acuerdos. Bastaba observar la crispación del canciller Helmut Kohl y la tensión del primer ministro Lionel Jospin, flanqueando ambos a un Chirac de aspecto fatigado, para deducir, que la jornada no había sido fácil para ninguno de ellos. El pacto de estabilidad presupuestaria, imprescindible para la creación del euro, sigue en el aire.
Por primera vez en mucho tiempo, el eje franco-alemán acudirá el lunes a una cumbre europea, la de Amsterdam, en desacuerdo sobre las cuestiones esenciales. El nuevo primer ministro socialista de Francia, Lionel Jospin, demostró en Poitiers que no había nada de farol ni de concesión a la galería en sus reivindicaciones sobre la impulsión de una "Europa social" y sobre la inclusión del empleo entre los objetivos básicos de la Unión Europea (UE).Ante el canciller KohI, con quien se reunió totalmente a solas por deseo del dirigente alemán, afirmó que el documento transaccional preparado por la presidencia semestral holandesa no le satisfacía: quería que, además del pacto de cohesión, destinado a mantener el rigor presupuestario de los países del euro, se firmara un "pacto de empleo".
Ambos pactos debían tener el mismo rango jurídico. Y el referente al empleo requería un doble compromiso por parte de la UE: por un lado, crear un organismo político como contrapeso al poder tecnocrático del futuro Banco Central Europeo; por otro, lanzar iniciativas contra el paro (grandes obras de infraestructura, por ejemplo) con una dotación presupuestaria adecuada. Kohl no aceptó ninguna de las peticiones.
En una conferencia de prensa posterior, el canciller alemán dijo que "una modificación del pacto de estabilización está excluida" del mismo modo que están excluidos "nuevos fondos y nuevas competencias" para Bruselas en el plan de empleo. Fuentes alemana lo dijeron con rotundidad: no habrá un solo marco adicional.
En cuanto al organismo político, que en opinión francesa podría consistir en el actual Consejo de Ministros de Economía y Finanzas (Ecofin) dotado de competencias adicionales, Kohl ya se había negado hace un año.
El Bundesbank, y una gran parte de la opinión pública alemana, consideran que una "injerencia" política en la gestión monetaria sólo podría fragilizar la futura divisa europea. En la conferencia de prensa final, Jospin subrayó que estaba a favor de la construcción europea, de la unión monetaria, del pacto de cohesión, del control del gasto público y del equilibrio macroeconómico, pero agregó que todo eso no resolvía por sí solo Ias preocupaciones de nuestros pueblos". "El crecimiento, el empleo y la concertación de las políticas económicas son exigencias que no podemos olvidar. Hay 18 millones de parados en la UE, la precariedad aumenta, y crece en la gente el sentimiento de que la construcción europea le es ajena", afirmó.
El conservador Chirac se mostró de acuerdo con el diagnóstico de su primer ministro socialista: "La UE es la región del mundo con menor crecimiento; por primera vez en muchísimos años ve aumentar la pobreza, y debemos reflexionar sobre ello", dijo. Pero especificó que la solución estaba en reformar las "estructuras conservadoras" de una "región mimada que tarda en darse cuenta de que el mundo ha cambiado".
Chirac y Jospin se coordinan
Kohl, por su parte, se mostró a la defensiva. Alegó que había leído las propuestas francesas en el avión que le llevó a Poitiers (culpó del retraso a sus traductores), dijo que había "sobre la mesa muchos deseos" y resaltó que, pese a todo, Francia y Alemania seguían compartiendo los principales objetivos. Chirac y Jospin se reunirán hoy en el Elíseo para definir una estrategia común frente a la cumbre del lunes y el martes en Amsterdam, ya que desean seguir hablando "con una sola voz", y mantendrán nuevas conversaciones telefónicas con Helmut Kohl.En la delegación alemana se indicaba ayer que, dado el estrecho margen de tiempo disponible para discutir las reivindicaciones francesas, no era descartable la posibilidad de una nueva cumbre extraordinaria a finales de julio. Un portavoz francés se negó a especular sobre esa opción, pero añadió que si no se alcanzaba un acuerdo el próximo martes, "que sería lo deseable", habría que "seguir negociando" hasta el final.
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