Anulado por primera vez el veredicto de un jurado popular

El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha anulado un juicio con jurado popular celebrado en marzo en Girona porque el magistrado que lo presidió cometió una serie de irregularidades que afectaron al sentido final de la sentencia. En ella se condenaba a 12 años de cárcel y a una multa de 12 millones de pesetas a un súbdito marroquí que mató a un compatriota con el que compartía vivienda en Sant Feliu de Guíxols. Es la primera vez, en España, que un alto tribunal anula un juicio con jurado popular y ordena que se repita.En su resolución, el TSJC argumenta que el magistrado que presidió el tribunal del polémico juicio, Jesús Fuertes, instruyó de forma incorrecta a los miembros del jurado y les planteó las preguntas objeto del veredicto de forma confusa e incoherente, lo que les condujo a "dar por probados de manera simultánea y conjunta hechos contradictorios e incompatibles". El alto tribunal catalán constata que los miembros del jurado fueron víctimas de la confusión creada por el magistrado. Las confusiones contenidas en el veredicto del jurado, según el alto tribunal, fueron incorporadas a la sentencia determinando su "incongruencia". De la resolución dictada por el tribunal que presidió Fuertes "no puede saberse cómo sucedieron realmente los hechos", indica el TSJC. Y añade: "Como las consecuencias de haber sucedido las cosas de una u otra forma pueden ser legalmente distintas, y no sabemos cuál es la versión auténtica ( ... ), debemos anular la sentencia".

Varias quejas

El abogado defensor del procesado, Lluís Frigola, autor del recurso de apelación que el TSJC ha estimado, había solicitado en el juicio la absolución para su cliente, Boujaama Bouraacla, al considerar que actuó en legítima defensa cuando mató a su compañero de piso.La actuación de Fuertes durante el juicio, no sólo fue criticada por la defensa del acusado. El fiscal jefe de la Audiencia, Carles Ganzenmüller, hizo llegar una queja ante el presidente de la sección tercera, Fernando Lacaba. Éste reconoció ayer que el proceso seguido por Fuertes fue "lamentable". "Un magistrado no puede enfrentarse a un juicio con jurado popular como si se tratara de una vista oral normal. Hay que leer, asistir a cursos y enterarse bien porque plantea problemas, pero este magistrado no lo hizo y aquí está el resultado", dijo Lacaba en referencia a la resolución del TSJC que anula el juicio y ordena su repetición.

Lacaba lamentó que hechos como éste "colocan contra la pare a la administración de justicia" y "dejan mal sabor de boca" porque, entre otras razones, "el dinero que ha costado la celebración de la vista oral -unas 800.000 pesetas- no ha servido para nada". Tanto Lacaba como Frigola dejaron claro que el pronunciamiento del TSJC no debe interpretarse como un golpe al jurado popular, puesto que la resolución sólo critica la incapacidad del magistrado.