Ejecutado en Alabama por primera vez desde 1913 el asesino de un negro
Los verdugos norteamericanos trabajan más que nunca, a pesar de que la criminalidad sigue bajando en el país. Al día siguiente de que Tejas alcanzara su récord histórico en el número de ejecuciones, Henry Francis Hays se convirtió en la madrugada de ayer en el primer blanco ajusticiado en Alabama desde 1913 por haber matado a un negro. Hays, un miembro del Ku-Klux-Klan, asesinó ritualmente a Michel Donald para "demostrar la fortaleza" de esa organización racista.
Según el testimonio de otro miembro del Kalan, Hays y él recorrieron el 20 de marzo de 1981 los pobres suburbios negros de Mobile (Alabama) "en busca de un negro que matar". Encontraron a Michel Donald, de, 19 años, al que secuestraron a punta de pistola, apalearon con ramas, pusieron un lazo corredizo en el cuello y ahorcaron en un árbol. Hays, según su compañero de fechoría. degolló luego al muchacho, "para asegurarse de que estaba muerto". El cadáver quedó atado al árbol.Compuesto por 11 blancos y un negro, el jurado que dos años después decidió sobre el caso, encontró a Hays culpable y pidió que fuera condenado a cadena perpetua. Pero el juez no siguió esa recomendación y sentenció al miembro del Ku-Klux-Klan a la pena capital. Tres lustros después de los hechos, el gobernador de Alabama rechazó el jueves la petición de clemencia para Hays. En la madrugada de ayer, el militante racista, de 42 años de edad, fue atado a la silla eléctrica de la prisión de Atmore y sometido a una fuerte descarga. Tardó ocho minutos en morir.
La ejecución de Hays ha despertado el interés de los estadounidenses por lo inusitado del caso. De las 380 personas ejecutadas en EE UU desde la restauración en 197 6 de la pena de muerte, tan sólo cinco blancos, incluido Hays, han sido ajusticiados por asesinar a un negro. En el mismo plazo, nueve decenas de negros han, sufrido la silla eléctrica, la inyección letal o el fusilamiento por matar a blancos.
Con la aquiescencia de la mayoría de los estadounidenses, las ejecuciones se disparan en un momento en que el FBI difunde el dato de que 1996 fue el quinto año consecutivo de descenso de la delincuencia violenta. Con la excepción de Atlanta, Washington y Miami', donde los homicidios se incrementaron el pasado año, las grandes ciudades norteamericanas son hoy más seguras que a comienzos de esta década. Según los expertos, el elevado número actual de ejecuciones está relacionado con la ola de delincuencia que sufrió el país en los años setenta y ochenta.
Tejas acaba de reafirmar su triste liderazgo en el número de ejecuciones. Con 20 practicadas en los seis primeros meses de este año, iguala su récord histórico, el conseguido en 1935 a lo largo de todo el año. Esta semana, sus verdugos han practicado cuatro ejecuciones por inyección letal. Para lo que queda de mes, hay programadas otros siete ajusticiamientos.
Unas 3.200 personas ya sentenciadas a la pena capital esperan en los "corredores de la muerte" de las prisiones estadounidenses. Entre ellos, el español, de 25 años de edad, Joaquín José Martínez, sentenciado la pasada semana en Tampa (Florida) por un doble asesinato del que se declara inocente.
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