Pablo Romero, decepcionado ante el futuro de su ganadería

El futuro de la ganadería de Pablo Romero, que hoy lidia en Madrid, está más en el aire que nunca, al haberse suspendido el proceso de constitución de una fundación, por falta de las donaciones que garanticen la viabilidad del proyecto. "Por primera vez en 18 años me he preguntado si tanto esfuerzo vale la pena", dice Jaime de Pablo Romero, dueño de la divisa.El ganadero, que dice sentirse "triste y decepcionado", resalta la gran acogida que tuvo el proyecto de la fundación en los despachos y su desilusión ante el silencio o la negativa rotunda. "Las empresas españolas", asegura, "no quieren que se les relacione con el mundo del toro: no lo ven como un hecho cultural que hay que conservar, sino como un problema con los clientes que rechazan la fiesta", señala Pablo Romero.

Imagen negativa

Cree el ganadero que la convocatoria de huelga de la CAPT le ha perjudicado, "porque se ha ofrecido una imagen negativa de la fiesta". Tampoco sus compañeros de la Unión de Criadores de Toros de Lidia le brindaron apoyo. "Sólo se han interesado por mi situación quince, días después de que el comité promotor de la fundación decidiera suspender el proyecto", dice contrariado. "Entonces me dijeron que podía escribir un artículo en su revista. ¡Vaya solución!". El propietario del legendario hierro cuenta que las donaciones, ya devueltas, han procedido de 5.663 personas físicas, 49 peñas francesas -de las 51 que existen en el país galo- y 26 españolas -de las 650 inscritas en nuestro país- Jaime de Pablo Romero esperará a que finalice la temporada para tomar una decisión definitiva sobre el futuro de la ganadería: "Aunque creo", afirma, "que dejar de ser ganadero es la única posibilidad que barajo".

Las reses que hoy saltarán al ruedo son, en palabras de su propietario, "muy serias, variadas de pelo y están muy bien presentadas. Confío", añade, "en que den espectáculo y emoción".

José Pedro Prados, Fundi, asegura que su carrera está hecha a base de jugársela con las divisas duras: "Eso es algo que tengo más que asumido".

Domingo Valderrama -1,60 de estatura-, no ha matado jamás en Madrid los pablorromeros. "Las figuras deberían de apuntarse a este tipo de corridas y demostrar su categoría con el toro bueno y con el malo", dice el sevillano.

Ángel de la Rosa completa la' tema. "Soy un matador poderoso y artista a la vez, por eso creo que puedo hacer algo importante esta tarde".