El crimen de un 'narco' destapa una banda de falsos policías que atracaba a 'camellos'
Pagaban con la traición. La Guardia Civil ha desmantelado una banda de narcos -cuatro españoles y tres marroquíes- especializada en atracar salvajemente a otros camellos para quitarles la droga. Los detenidos acordaban con sus víctimas un encuentro en lugares recónditos de la sierra para comprarles la mercancía, pero una vez en el sitio acordado, haciéndose pasar por policías, les asaltaban a bordo de tres coches -uno con luminoso incluido-. En uno de sus últimos golpes, el 3 de marzo, halló la muerte de un tiro en la cabeza el marroquí Hafiz el Moukadem cuando intentaba escapar de la encerrona. Este crimen dio la pista que destapó los manejos de esta trama criminal.
Un misterio rondaba la sierra madrileña. En los términos de Collado-Villalba, Brunete, Boadilla del Monte y Villaviciosa de Odón, la Guardia Civil descubría al amanecer coches carbonizados que habían sido sustraídos la víspera. Los agentes no se explicaban cuál era el motivo que llevaba a los ladrones a sustraer los vehículos para, a las pocas horas, destruirlos.La clave para resolver el enigma llegó en la madrugada del pasado 3 de marzo. En la cuneta de la carretera comarcal 510, que une Navalagamella y Valdemorillo, fue encontrado Hafid el Moukadem. El hombre tenía un tiro en la cabeza y una historia de traición a sus espaldas. Un relato que su hermano se encargó de contar a la Guardia Civil.
Aquella noche, siempre según fuentes de la investigación, Hafid y su hermano habían acudido a un solar de Navalagamella para enseñar una muestra de un cargamento de hachís a una banda interesada en la compra. Pocos metros antes de llegar al lugar acordado, les abordaron tres vehículos con un total de seis ocupantes. Un coche llevaba en el techo una señal luminosa. Se desató una violenta persecución y, finalmente, los hermanos quedaron fuera de la carretera. Los agresores bajaron armados hacia ellos y les exigieron la droga. Los hermanos se resistieron y emprendieron la huida. En la oscuridad restalló un disparo de pistola. Hafid, que se mantenía a unos 10 metros de los asaltantes, recibió el impacto en la cabeza y cayó derribado. Su hermano, aterrorizado, salió corriendo a campo traviesa hasta alcanzar una urbanización. Allí pidió auxilio.Cuando regresó al lugar de los hechos acompañado por la Guardia Civil, Hafid se encontraba moribundo en una cuneta. Al día siguiente falleció.
El Grupo de Homicidios de la Policía Judicial de la 112 Comandancia empezó a atar cabos. Primero despejaron el misterio de los coches carbonizados: se trataba de vehículos supuestamente utilizados en los asaltos. Después llegaron los relatos, procedentes del mundo de la droga, sobre una banda que pactaba compras para luego pagar con la traición.
Con estas pistas, la Guardia Civil, tras tres meses de investigación, identificó a los supuestos integrantes de la banda: cuatro españoles -R. P. B., de 23 años; J. C. N., de 18; J. C. C., de 23, y F. F. R. F., de 29- y tres marroquíes -S. A., de 28 años; F. T., de 20, y M. F., de 19-.Los españoles, considerados extremadamente peligrosos por la Guardia Civil, tenían numerosos antecedentes por robo y tráfico de drogas.
El pasado fin de semana, con enormes cautelas, la banda fue detenida en Madrid. Dos han reconocido los hechos imputados.
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