Los neurotransmisores
Las principales drogas de consumo, depresivas como la heroína o estimulantes como la cocaína, imitan la estructura de los neurotransmisores, las sustancias químicas fabricadas por la naturaleza que más moldean la mente. Los neurotransmisores son la base de todos los pensamientos y emociones, de la memoria y del aprendizaje; transportan las señales entre las células nerviosas, o neuronas, del cerebro. De los aproximadamente 50 neurotransmisores descubiertos hasta la fecha, se sabe que media docena larga, entre ellos la dopamina, desempeña un papel en la adicción.Las neuronas que fabrican este mensajero molecular son sorprendentemente raras. Agrupadas en racimos sueltos profundamente enterrados en el cerebro, sólo suman unas cuantas decenas de miles de células nerviosas del total de 100.000 millones que se calcula que existen. Pero, a través de unas largas proyecciones a modo de cables conocidas como axones, estas células influyen en la actividad nearológica de muchas regiones, entre ellas el nucleus accumbens, la estructura primitiva que constituye uno de los centros clave de placer del cerebro.
En un nivel meramente químico, todas las experiencias que los humanos puedan encontrar agradables -escuchar música, abrazar a un amante o saborear chocolate- se reduce a poco más que una explosión de dopamina en el nucleus accumbens, tan estimulante y efimera como un petardo.
Sin embargo, la dopamina es algo más También ejerce un poder extraordinario e el aprendizaje y la me moría. Los científico creen que cada vez que un neurotransmiso como la dopamina invade una sinapsis, lo circuitos que desencadenan los pensamientos y motivan las acciones se graban en el cerebro. Estimulado por la comida, el sexo o el olor del tabaco, lo ex fumadores no pueden controlar la necesidad de encender un cigarrillo mejor que lo perros de Pavlov pueden controlar la necesidad de salivar.
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