No nos asustan
No sabemos si se podrá distinguir entre medios afines al Gobierno y medios afines al Estado de Derecho, pero la sensación de que se está saltando el muro de las libertades, tanto personales como empresariales, para robar las gallinas empieza a ser inquietante.Por su parte, aquellos medios de comunicación que no se apartan ni un milímetro de las determinaciones gubernamentales (también podríamos decirlo a la inversa) usan de continuo el principio de la escopeta de perdigones y disparan con la esperanza de que entre calumnia y calumnia algún perdigón dé a la pieza que tratan de cazar.
Porque realmente asistimos a una verdadera cacería en su aspecto más desconcertante y desordenado, al instituirse reglas y leyes para la ocasión, lo cual genera una situación harto arbitraria. Después de la sesión parlamentaria del día 19 de este mes, en la que Antonio Asensio informó con pruebas irrefutables, explicó meridianamente el contencioso digital y dio su opinión sobre el trasfondo del proyecto de la ley del fútbol, el diario gubernamental El Mundo se ha poblado de editoriales, informaciones, crónicas y comentarios que querían hundir en el oprobio, de manera retorcida y sesgada, tanto al proyecto empresarial que el Gobierno intenta destruir como a las personas responsables de él.
¿Con qué pruebas puede afirmar El Mundo en primera página que Antonio Asensio pidió 12.000 millones por los derechos que tenía para retransmitir el fútbol? ¿De dónde saca El Mundo esa cifra? Fueron menos y los documentos en nuestro poder lo avalan porque, naturalmente, no iba a ser gratis. Así y todo, nunca se firmó el acuerdo, porque la otra parte no quiso, al aspirar quizá a consumir los esfuerzos y los gastos ajenos. ¿Y qué decir de la supuesta petición de 120 emisoras de FM, así como de créditos blandos para lanzar en Madrid El Periódico de Catalunya? Hubo, es cierto, una petición de emisoras, pero la respuesta tajante del Gobierno fue que estaban todas otorgadas y que, por tanto, Antonio Asensio debía buscar un acuerdo con Pedro J. Ramírez sobre este tema, algo que si pudo sorprendernos entonces, ya no nos sorprende ahora. Informamos de una cosa: nos vamos a presentar al concurso porque tenemos el mismo derecho a solicitarlas que los demás peticionarios. Y estaremos atentos a la concesión. ¿Cuántas emisoras va a conceder el Gobierno a Ramírez? Esperamos impacientes a ver hasta dónde llega la deuda del Ejecutivo hacia el director de su diario favorito.
La frase que ahora va dando vueltas por ahí no fue -y lo decimos respondiendo a otro infundio- "quiero ser el Polanco del PP", sino "tienes que ser el Polanco del PP", a lo que Asensio respondió a Aznar y a Rodríguez así como a Rodríguez y a Aznar defendiendo su propia identidad. Y lo hizo tanto como la defendió con el PSOE, que jamás le favoreció en nada.
Más grave es, porque afecta al Estado mismo, insinuar la calificación de chirigota para definir "un coro integrado por Antonio Asensio, el PSOE y CiU". El editorial de ayer de El Mundo se hincha de soberbia irresponsable al tratar con menosprecio a dos partidos democráticos que no parecen atender sus delirios de consejero áulico, que pertenecen de lleno a la estructura del Estado y que, concretamente uno de ellos, se ha convertido incluso en el sostén responsable de la estabilidad gubernamental. ¿Quién tira aquí la piedra y esconde la mano? ¿El Gobierno o Ramírez? ¿Ramírez o el Gobierno? ¿Y para qué se formó ese coro? Para denunciar el grave peligro, según dice el mencionado editorial con pretensiones sarcásticas, de que Miguel Ángel Rodríguez "dijera o le dejara de decir al presidente del Grupo Zeta esto o aquello". Y esto o aquello es, ni más ni menos, que una amenaza de cárcel. Una amenaza de cárcel proferida por un secretario de Estado es para el periódico de Ramírez algo que "parece de broma".
La alusión al "pacto de editores" es una falsedad más. No hubo pacto alguno que Asensio suscribiera, y aquí no hay más pacto, y al parecer sellado con la injuria a la honra ajena, que la trama mediática encabezada. por El Mundo. ¿Pues cómo se puede decir que el pacto de los editores permitió la entrada de Asensio "de la mano y con el dinero de Mario Conde en Antena 3 TV"? El Mundo está en la idea de que el dinero de los bancos es de sus presidentes, de la misma manera que ese periódico es de su director. El dinero era de Banesto y fue devuelto, antes del 31 de diciembre de 1996, es decir, antes del vencimiento. Y todo eso, dice, laminando a Antena 3 Radio, de la que en realidad Asensio no tenía ni una sola acción. ¿Cómo pudo laminarla? En cuanto a querellas, ninguna tan original en fondo y forma como la tramitada por un fiscal general a partir de un anónimo. El propio fiscal general reconoció "la presión de algún medio", y cuando se le preguntó cómo era que la denuncia la conocía un medio siendo anónima, respondió con escalofriante ingenuidad: "¡Eso digo yo!".
Es inútil empeñarse en situarnos en una facción política, como hace El Mundo, para justificar así su actitud escandalosamente facciosa. Al Grupo Zeta y a Antena 3 TV nada les dio el PSOE. Todo lo contrario. Pero no estará de más recordar que durante la etapa socialista la emisora de la jerarquía católica, la COPE, que tan sañudamente y con tan impía intemperancia agredió a los socialistas, no fue cercada y maltratada desde el Gobierno como lo son ahora otros medios, ni sus presidentes amenazados de ir a la cárcel. Secuaces de esta operación sin nombre, que no respetan siquiera las más altas instituciones del Estado y que de forma insinuante se conciertan agresivamente en sus cercanías, utilizan todos los medios -que no van a quedar sin la querella correspondiente- para chantajear y presionar a empresarios y banqueros, como a José María Amusátegui.
En cuanto a si Asensio iba o dejaba de ir a La Moncloa, el hecho es que irá siempre que se le invite. Con este Gobierno, con el anterior y con cualquier otro que sea constitucional. ¿Dónde está el pecado? Si ahora le invitasen, iría para explicar por qué está fuera de toda racionalidad la presión de que hemos hablado, o las amenazas de cárcel, o la amenaza de abrir un cuarto y quinto canal de TV en perjuicio de los actuales canales privadas, o por qué es competencia gravemente desleal, fuera de cualquier concepto de economía libre, que el Gobierno rebaje las tasas de publicidad en sus emisoras. E iría a La Moncloa sin guardaespaldas, a sabiendas de que, como dice el secretario de Estado, los guardaespaldas del Gobierno son más.
En un artículo firmado por Pedro J. Ramírez se habla de las confidencias empresariales y sentimentales que le hizo Manuel Campo Vidal, vicepresidente de Antena 3 TV. Éste dijo sobre la empresa únicamente lo que podía decir. Por nuestra parte añadiremos que jamás se refirió a supuestas irregularidades de Canal + con dirigentes del PP. ¿Qué dirigentes? ¿Qué reunión? Son datos fundamentales. En cuanto a las confidencias sentimentales -descendiendo de nuevo a la charca-, las habría hecho porque la transparencia no le denigraba, a diferencia de aquéllos para quienes, en esos delicados aspectos, la transparencia equivaldría a descubrir su villanía.
Pero volviendo a la odisea del fútbol, que tanto protagonismo tiene en esta historia, puede ser probado documentalmente que Antonio Asensio recibió una oferta de Televisa, de 200 millones de dólares (28.000 millones de pesetas) por los derechos del fútbol, cantidad que prácticamente podía haberse embolsado. No lo hizo por respeto a sí mismo y a su propia vocación empresarial.
No nos asustan la crispación y la tensión que llevan en los dientes quienes desean hundir nuestro proyecto empresarial. Éste resistirá en el derecho las amenazas y las agresiones, incluidas las del, vicepresidente del Gobierno Álvarez Cascos. Los 32 años de empresario de Antonio Asensio sirven para comprenderlo todo, ciertamente, pero también para afrontar los riesgos justos y los injustos. Riesgo de exigir al Gobierno las aclaraciones que son exigibles, y también para mostrar el ánimo abierto a cualquier vía equitativa de solución, pues el problema es muy grave, no beneficia a nadie y lo envenena todo.
Seamos claros. Cualquier solución viable y equitativa encontrará siempre la resistencia feroz de esa oscura cuadrilla organizada en la que descuellan Pedro J. Ramírez, Jesús Cacho y Pablo Sebastián-Aurora Pavón. Del primero ya hemos hablado. De Jesús Cacho, que amenaza al BCH con que le va a intervenir el Banco de España si continúa siendo accionista de Antena 3 TV, no sabemos si su baladronada es una orden al banco emisor o un recibo de quien le paga. Pablo Sebastián habla de transfuguismo político, sin darse cuenta de que sufre esquizofrenia de tantas personalidades que viste.
Con certeza acabaremos por descifrar la trama de intereses a la que sirven, en función de los cuales se amontonan ya sobre Asensio cinco demandas. [La frase anterior fue publicada con errores. Debe decir: "Con certeza acabaremos por descifrar la trama de intereses a la que sirven, en función de los cuales Asensio ha presentado ya cinco demandas"]. Cobijándose en quien tienen secuestrado, que es el presidente Aznar, no han dudado tampoco en dictaminar la desaparición por aplastamiento de Diario 16, una de las operaciones más viles que unos mal llamados periodistas han emprendido contra otros, disparando además con la pólvora del rey.
Por último, cabe exigir al secretario de Estado Miguel Ángel Rodríguez que el lunes, en su comparecencia parlamentaria, descubra por fin quién es esa voz de La Moncloa, esa fuente, ese portavoz supremo, esa especie de símbolo de la razón inexorable que, según citan, nos condena una y otra vez, que acusa de las presuntas presiones que ejerce Antonio Asensio -¿sobre quién?, ¿sobre el Gobierno?, ¿cómo?- cuando es el propio Asensio quien está sometido a presiones inauditas, desde las amenazas del mismo secretario de Estado a las insidias y demandas judiciales de los cuadrilleros, pasando por todo género de chantajes.
Duro es decirlo, pero el presidente Aznar está encerrado entre su guardia de hierro y mucho nos tememos que su libertad política también. La libertad, señor presidente, no puede ser de unos pocos, por más que circunstancialmente los intereses políticos de usted coincidan con los de unos mal llamados periodistas que golpean, hieren e injurian sin cesar. Así es como al fin se desvanecerá no ya su propio poder político, sino también la libertad.
El Periódico de Catalunya, jueves 22 de mayo de 1997.
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