Borja de Riquer analiza la tentación autoritaria de Francesc Cambó en los últimos años de su vida

El más destacado exponente del regeneracionismo catalanista de principios de siglo, Francesc Cambó (Verges 1876-Buenos Aires 1947), líder de la Lliga Regionalista, no escapó en los últimos 10 años de su vida a la oleada autoritaria que asoló Europa. Esta es la conclusión de Borja de Riquer, el historiador que acaba de publicar la traducción al castellano de El último Cambó 1936-1947 (Grijalbo). El subtítulo de la obra, La tentación autoritaria, apunta ya esa conclusión, que, según el autor, concordó con la opción tomada aquellos años por los conservadores en otros países europeos ante la oleada revolucionaria que amenazaba con imponerse en el continente.

Del Cambó abogado, político y financiero, dos veces ministro de la Monarquía de la Restauración, existe una monumental biografía en tres volúmenes, obra de Jesús Pabón, el primero de los cuales se editó en 1952. Pero esa biografía se cierra con el inicio de la guerra civil de 1936 1939. Cambó vivió todo este periodo en el extranjero. Pero eso no supuso para él quedar al margen del conflicto. De las actividades y la evolución durante la etapa final de la vida de Cambó se ocupa la obra de Borja de Riquer. Cambó se alineó en 1936 con los militares sublevados, que eran monárquicos, y colaboró con ellos activamente y sin titubeo alguno. Lo hizo de varias maneras, que la obra describe detallamente. Primero, promoviendo la adhesión de la Lliga a la rebelión. Segundo, aportando personalmente cuantiosos donativos económicos para el Gobierno de Burgos. Y tercero, con la creación, financiación y dirección en Francia de una oficina de información y propaganda en favor de la causa antirrepublicana.

En edición castellana editada por Grijalbo, Borja de Riquer mantiene las conclusiones del original catalán. "Las he ampliado algo para hacerlas más asequibles a unos lectores no tan familiarizados con la figura de Cambó como puedan serlo los catalanes", explica. La idea básica es que Cambó hizo en aquella coyuntura española lo mismo. que los conservadores franceses que apoyaron al Gobierno de Vichy, los monárquicos que apoyaron al fascismo italiano y las derechas alemanas que colaboraron con Hitler.

Artículos pro franquistas

Boda reproduce los artículos de Cambó en la prensa europea y argentina, en los que defiende la causa franquista, y el editorial de la revista Occident que él mismo editaba en París para influir entre los intelectuales, políticos y líderes de opinión de toda Europa.El alineamiento político con el régimen de Burgos, las sustanciosas aportaciones económicas a la causa y la colaboración activa no impidieron, sin embargo, que los franquistas aplicaran una política anticatalanista. Que siguieran considerando al catalanismo de la Lliga como uno de los orígenes de los males de España. Y que, por tanto, acabada la guerra civil, llevaran a cabo también procesos de depuración política contra destacados miembros de la Lliga.

Cambó fue en esta etapa, dice Borja de Riquer, un político ostensiblemente desbordado. Cuando a partir de 1943 se vio claramente que la guerra europea se encaminaba hacia la derrota de Hitler y los regímenes fascistas, su opción era "convencer a Franco de que debía facilitar la reinstauración de la Monarquía". En esa época, señala, Cambó era ya un político "de otra época", que en "la intimidad de su diario y la correspondencia privada seguía siendo catalanista, pero que no alzó su voz en público en defensa del catalanismo". Tenía una concepción elitista de la política, añade, incapaz de adaptarse a la irrupción de las masas en el escenario europeo.