Álex de la Iglesia da la voz de su primera novela a "un personaje miserable"
Savater y Molina Foix presentan 'Payasos en la lavadora'
El cineasta Álex de la Iglesia presentó ayer en Madrid su primera novela, Payasos en la lavadora (Planeta). Un monólogo narrado por el poeta, fracasado y en paro, Satrústegi, "uno de esos personajes miserables y pequeños que se creen mucho más importantes de leí que son y a los que yo tengo tanta adicción, quizá porque me siento muy cercano a ellos", explicó el director y guionista. A su lado, el filósofo Fernando Savater y el escritor Vicente Molina Foix apoyaron el libro, al que emparentaron, respectivamente, con Bajo el volcán y Viaje al fin de la noche.
"La razón de que haya escrito esta novela es porque sería imposible llevarla al cine", afirmó el autor, que añadió: "Y la justificación para hacerla no ha sido hablar de uno mismo sino de nuestra visión reflejada en un espejo. A mí lo que más me gustaría sería poder verme, como me gustaría poder ver una de mis películas. Pero sé que eso jamás ocurrirá porque uno nunca puede ver lo que hace, nunca sabe qué es, si es genial o una mierda; simplemente, no lo ve". El título de la novela, según explico De la Iglesia, surgió de un conocido anuncio de televisión en el que aparecen dos payasos que se meten vestidos en dos lavadoras dispuestos a competir por detergentes diferentes. "La imagen de esos dos payasos, uno con los colores de su traje muy vivos y el otro con la ropa descolorida me sugiere muchas cosas", afirmó el director y escritor, que desea que sus lectores se reconozcan en las pequeñas mezquindades de su protagonista. "No se conoce la grandeza del ser humano hasta comprobar lo mal que huele", aseguró.Mientras todavía mezcla el sonido de su última película, Perdita Durango, De la Iglesia acercó su primera novela a sus dos películas anteriores: Acción mutante y El día de la bestia. Si en El día de la bestia la iconografía popular de Madrid era una parte fundamental de la historia, en Payasos en la lavadora es la Semana Grande de Bilbao el escenario elegido. "Quien no conozca la Semana Grande de Bilbao se perderá muchos matices", aseguró Savater, que calificó la novela de "profundamente bilbaína". "Más que una novela es el mundo visto a través de una voz..., la voz de un gran odiador", añadió Molina Foix.
"Satrústegui es un tipo que se cree bastante mejor de lo que es, algo que nos ocurre a todos", insistió Alex de la Iglesia, que subrayó la parte autobiográfica de la obra: "Comparto con él la pasión por la comida zafia, las cortezas de cerdo, los pinchos morunos. Estoy gordo por vicio obsceno. Cuando me pongo nervioso como, y las cortezas de cerdo me relajan mucho".
Babelia
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