Los venerables restos atlánticos del 'Mar Egeo'
Romería en La Coruña contra la subasta de los restos del petrolero siniestrado
El casco herrumbroso del petrolero Mar Egeo forma ya parte del paisaje marítimo de La Coruña y algunos habitantes de la ciudad se oponen a que sea subastado para chatarra. El grupo lúdico reivindicativo A Movida desafió ayer la lluvia y convocó una romería popular junto a las rocas del faro romano de la Torre de Hércules, donde el perfil maltrecho del buque resiste en pie desde que embarrancase el 3 de diciembre de 1992, provocando una gran marea negra. El acto formaba parte de una campaña para evitar que se retire el casco, convertido desde hace tiempo en un reclamo turístico."La historia no se desguaza" y "El Mar Egeo no es chatarra", proclamaban las camisetas que vestían algunos de los asistentes. Con empanada, cava y vino Ribeiro, los miembros de A Movida dedicaron la desapacible mañana del domingo a reclamar que los restos del buque sigan en su sitio. La Armada ha decidido retirarlos y mañana, en dependencias de la zona marítima del Cantábrico, en Ferrol, se celebrará una subasta a la que podrán presentarse los chatarreros interesados en hacerse con la herrumbre. A Movida tiene previsto personarse también en el acto para mostrar su protesta.
Las imágenes del petrolero ardiendo dieron en su día la vuelta al mundo y desde entonces los turistas que acuden a visitar la Torre de Hércules no dejan tampoco de acercarse a los restos del buque, motivo habitual para los recuerdos fotográficos. En la zona existe además un parque escultórico y los que se oponen al traslado del petrolero arguyen que su figura desvencijada no desmerece la de una obra de Eduardo Chillida."La maquinaria burocrática no se ha parado a pensar en la parte sentimental que tiene este trozo de barco para todos los coruñeses", afirma José Ángel Guillén, del grupo A Movida. "En el lugar donde está, el casco no molesta a nadie y puede ser incluso un aviso para navegantes. Tendría que quedar ahí como recuerdo de algo que nunca más debe ocurrir y porque ha pasado a ser una figura casi artística". Según los integrantes de A Movida, submarinistas de la escuela de buceo de La Coruña han podido comprobar que en el fondo del casco se ha ido formando un biotopo marino, con abundantes nécoras, centollas y otras especies.Según Guillén, los responsables de turismo del Ayuntamiento llegaron a estudiar construir una plataforma de cemento para colocar encima los restos del barco, pero la idea se abandonó porque requería invertir 50 millones de pesetas. "No hace falta gastar ni un duro", apunta Guillén, "que lo dejen tal como está ' sin tocarlo. Si se promociona mejor entre los turistas hasta podría proporcionar algún puesto de trabajo".
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