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El alcalde renuncia a tirar edificios enteros para zonas verdes en el barrio de Lavapiés

Antonio Jiménez Barca

El Ayuntamiento de Madrid no derribará ningún edificio de viviendas en la reforma del barrio de Lavapiés. Los polémicos "esponjamientos" de los que habla en el estudio son reformas interiores de edificios y sus patios, pero nunca una demolición de manzanas enteras. De esta manera, el barrio no ganará nuevas zonas verdes, a excepción de los futuros parques del Casino de la Reina y la plaza de Ministriles. Los técnicos de la Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), organismo que llevará a cabo la rehabilitación del barrio, se han encargado de visitar una a una las aproximadamente 60 manzanas de viviendas del barrio. De estas manzanas, unas cincuenta albergan infraviviendas.

Si no se tiran las manzanas ¿cómo se conseguirán los esponjamientos? "Se ampliarán los patios interiores de las casas; se hará un trabajo de urbanista-cirujano para dar más luz y más espacio a las viviendas rehabilitadas", explica el concejal de Vivienda, Sigfrido Herráez.Ahora mismo, muchos de estos patios interiores de las manzanas están ocupados por viviendas que se han ido construyendo a lo largo de este siglo y finales del pasado. La intención del Ayuntamiento es despejar estos patios y devolverles su antigua estructura y su espacio. Para esto será necesario realojar a los pobladores de estas casas. Un problema que va parejo a la renuncia de tirar casas enteras es que Lavapiés, con la reforma, no ganará zonas despejadas para parques. El Ayuntamiento sólo tiene previstas dos nuevas zonas verdes:

- La primera se instalará en lo que es ahora el Casino de la Reina (conjunto de edificios abandonados en la manzana que encuadra la calle de Embajadores, la ronda de Toledo y la calle del Casino). Ahí se construirá un parque tras derribar algunos de los edificios, entre los que se cuentan uno actualmente poblado de okupas.

- La segunda zona verde se erigirá en la plaza de Ministriles, donde la EMV tirará una casa entera de su propiedad, ahora vacía.

A la reforma del barrio, en la que el Ayuntamiento ha comprometido ya 6.000 millones de pesetas (2.000 provienen de fondos europeos), le falta sólo un trámite burocrático, según Herráez: "La Comunidad de Madrid ya ha declarado Lavapiés zona de rehabilitación preferente, con lo que sólo resta que Ruiz-Gallardón y el alcalde firmen el convenio para que se distribuyan las ayudas".

Último peldaño burocrático

El penúltimo peldaño burocrático se superó la semana pasada: la Comunidad de Madrid pidió al Ayuntamiento que le aclarara siete puntos oscuros del plan de reforma. El Ayuntamiento, según cuenta Luis Armada, gerente de la EMV, despejó las dudas "en una tarde". Entre las cosas que la Comunidad de Madrid pidió que el Ayuntamiento aclarase se encontraban, precisamente, "los esponjamientos". En noviembre de 1995, el Ayuntamiento tenía un plan para crear una alameda en pleno corazón de Lavapiés. Para esto, era necesario abatir 300 viviendas en las calles de Zurita y Buenavista.Pero los vecinos, y en concreto la asociación La Corrala, se opusieron. De los 316 residentes afectados, 288 no querían ni oír hablar del proyecto. Ante la oposición vecinal, el municipio cedió.

Eso sí, aunque no haya nuevas zonas verdes (si se exceptúan las del Casino de la Reina y la de la plaza de Ministriles) el barrio no perderá su fisonomía: todas las fachadas se respetarán y, si cabe, ganarán en brillo y colorido, ya que el municipio emprenderá un lavado de cara de las paredes.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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