El PP llegó al poder con "juego sucio", según el PSOE
Los socialistas acusan al PP de haber practicado "el juego sucio" para llegar al poder en la creencia de que por sus propios medios no lo hubiera conseguido. Así lo expresó oficialmente la comisión ejecutiva federal después de su reunión de ayer, en la que se atribuyó al Gobierno una política que supone un "retroceso en las libertades". Las operaciones poco ortodoxas a las que el PSOE se refiere tienen que ver con los intentos de implicar al ex presidente Felipe González en los GAL.
La denuncia la hizo Felipe González la pasada semana al revelar que el vicepresidente del Gobierno, Francisco Álvarez Cascos, se había reunido en diciembre de 1994 con el abogado del ex policía José Amedo y con el director de El Mundo, Pedro J.Ramírez."Álvarez Cascos ha mentido y esperamos que siga contando cosas porque hay más, no son las únicas", dijo Cipriá Ciscar, secretario de Organización, en tono misterioso. El hecho de que el vicepresidente del Gobierno no negara ayer que hubiera mantenido esa reunión con Jorge Manrique, abogado de José Amedo, en el despacho de Pedro J.Ramírez, les sirvió ayer a los socialistas para repetir hasta la saciedad que el vicepresidente "ha mentido". Se acogen a que, en su primera declaración el pasado viernes en la cadena Cope, Cascos aseguró que no se había entrevistado ni con Amedo ni con "intermediarios". Ayer, en cambio, precisó que no tenía por qué dar cuenta de su agenda.
Una afirmación más estruendosa salió ayer del PSOE tendente a afirmar que el PP llegó al poder por vías no demasiado ortodoxas toda vez que como partido de la oposición pudo participar en operaciones para implicar a Felipe González en la trama de los GAL. Para hacer esa afirmación aportan como dato la reunión que denunció Felipe González del vicepresidente con el abogado de Amedo aunque sugieren que "hay mucho más". Ciscar adoptó tono misterioso para señalar que Álvarez Cascos "en los próximos días" tendrá que dar cuenta de más cosas.
Legitimidad
El primero en abrir brecha fue Juan Carlos Rodríguez Ibarra en declaraciones a RNE. "Sí, estoy poniendo en duda la legimitidad del triunfo del PP", dijo. El PP ganó las elecciones por "chamba" y "por una serie de circunstancias que hoy comenzamos a saber, que consisten en echar sobre el PSOE cantidad de trampas, porquerías, injurias y calumnias".
Rodríguez Ibarra hizo un relato en el tiempo para recordar que después de esa reunión en diciembre de 1994, los ex policías Amedo y Domínguez en una entrevista en El Mundo "implican o pretenden implicar a Felipe González y a los altos cargos de Interior en los GAL".
La conclusión de Rodríguez Ibarra es la de que con que "sólo un ciudadano hubiera votado al PP creyéndose esa patraña me sirve para cuestionar la legitimidad de la victoria del PP, porque tuvo un voto de más, aunque sólo fuera de un ciudadano que de manera inocente creyó que debería apoyar al PP porque los socialistas eran unos asesinos y unos canallas". Esta tesis la repitió dentro de la reunión de la ejecutiva federal y hubo general asentimiento, según cuentan asistentes a la misma.
Eso si, pusieron un claro condicionante a que se demuestre que utilizaron métodos extraños. "Si se demuestra que utilizaron esa vía para desprestigar al PSOE y a Felipe González claro que podemos criticar la forma en la que el PP llegó al poder", señaló un miembro de la ejecutiva. En público, Ciscar no fue menos rotundo: "El PP practicó el juego sucio para llegar al Gobierno porque desconfiaba de que pudiera llegar por sus propios medios, con un proyecto ilusionante".
Ahora toca un tiempo de misterio respecto a posibles nuevas revelaciones de los socialistas. Felipe González dijo ayer a los suyos que "piensa seguir" hablando. Algunos presidentes regionales le recomendaron ayer que no tuviera un papel tan predominante en la denuncia a lo que González respondió sonriente que le daba igual y que iba a continuar, aseguran asistentes a la reunión.
No hay unanimidad en el PSOE respecto a que la soltura de González tenga que ver con una decisión firme de no volver a ser candidato electoral tal y como dijo la pasada semana en México. La tesis mayoritaria es la de creer, y desear, que aunque verdaderamente no quiera, al final se le convenza si el partido se lo pide.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.
Sobre la firma
Archivado En
- Declaraciones prensa
- Cipriá Ciscar i Casaban
- Juan Carlos Rodríguez Ibarra
- Política nacional
- Presidencia Gobierno
- GAL
- PP
- PSOE
- Gobierno
- Gente
- Conflictos políticos
- Partidos políticos
- Administración Estado
- Grupos terroristas
- España
- Administración pública
- Proceso judicial
- Política
- Justicia
- Sociedad
- Terrorismo Estado
- Terrorismo