Netanyahu quiere reservarse el control de media Cisjordania a cambio de un Estado palestino

Israel está preparando, bajo petrexto de garantizar su seguridad, una estrategia que contempla, a cambio de tolerar un Estado palestino, el mantenimiento de la mitad de los territorios palestinos de Cisjordania y una vasta ampliación de los límites municipales de Jerusalén para garantizar el predominio judío y frenar las aspiraciones nacionalistas árabes sobre la disputada capital. Éstas son dos de las propuestas aireadas como globo sonda desde el Gobierno derechista de Benjamín Netanyahu y que aparecieron ayer en la prensa israelí con ocasión del Día de la Independencia.

Estas iniciativas están siendo discutidas mientras se desarrollan infructuosas gestiones diplomáticas norteamericanas por parte del mediador Dennis Ross, que intenta resucitar el proceso de paz entre israelíes y palestinos.Ben Caspit, respetado periodista del diario Maariv, lanzó al tapete el plan atribuido a Netanyahu con el que proyecta conducir las negociaciones con los palestinos con miras a hallar una solución definitiva del conflicto sobre la autonomía palestina y el reparto de Cisjordama para el año 1999. Netanyahu, dice Caspit, piensa presentar en los próximos días a sus aliados de coalición, los mandos militares y su Gobierno un "mapa de seguridad" que prevé mantener el control israelí sobre el 50% de Cisjordania, en lugar de entregar el 90% a los palestinos, de conformidad con el llamado "acuerdo provisional" nacido de la "declaración de principios" firmada por Isarel y los palestinos en Washington en 1993.Frontera jordana

Según Caspit, Netanyahu ya ha comunicado en privado su disposición a tolerar la creación de un Estado palestino siempre y cuando tal entidad no tenga ejército, que esté desmilitarizada y no tenga frontera con Jordania. "El primer ministro tiene formulado un plan para llegar al 'arreglo definitivo' y éste ya ha sido aceptado como base para las negociaciones finales", escribió Caspit.

"Según el mapa, entre el 45% y el 50% de los territorios de Judea y Samaria (Cisjordania) constituye 'áreas esenciales' para la protección de la seguridad del Estado", agregó el periodista israelí. En la visión de Netanyahu, estos territorios incluirían el valle del Jordán, el llamado "corredor de Jerusalén" y Gush Etzión. El resto sería transferido a los palestinos."En las etapas finales de la negociación Netanyahu aprobaría el desmantelamiento de algunos asentamientos judíos, a fin de no crear islotes israelíes en un mar de árabes", según Caspit. Otro de los objetivos del plan de Netanyahu es impedir la creación de una frontera común entre palestinos y jordanos, ya que ella alentaría el desplazamiento de palestinos residentes en la banda oriental del Jordán hacia la nueva entidad palestina. De tal análisis se desprende que Israel mantendría el control militar de la frontera, marcada por el río Jordán.

La segunda idea, presentada como otro "regalo" a Israel en el aniversario de su independencia, hace medio siglo -un acontecimiento que el líder palestino, Yasir Arafat, ha descrito como el "horrible holocausto palestino"-, apunta a afianzar y ampliar los poderes del municipio judío de Jerusalén.

Según Nadav Shragai, del diario Haaretz, el alcalde, Ehud Olmert, y el ministro de Justicia, Elie Suissa, están trabajando desde hace meses en secreto para crear un "supermunicipio" con Jerusalén y áreas aledañas, que incluyen, por supuesto, a las grandes colonias judías que ya rodean a la disputada ciudad, entre ellas los asentamientos que van más allá de la línea verde: Maale Adumím, Givat Zeev, Beitar y Gush Etzión.

El plan, según Shragai, sintoniza perfectamente con los objetivos propuestos por las más altas esferas políticas israelíes, ansiosas de que Israel llegue a la mesa de negociaciones finales con cartas contundentes y el mapa de un "gran Jerusalén" mayoritarlamente judío.

Olmert y Suissa, apunta Shragai, han optado por mantener de momento ese plan en su ámbito original: el secreto. Pero el columnista del Haaretz recuerda que en un discurso pronunciado el 16 de abril en la escuela religiosa judía de Beit Orot, en el Monte de los Olivos, Suissa se mostró partidario de anexionar la periferia de Jerusalén para incorporar barrios y colonias a la jurisdicción municipal y consolidar así el predominio judío sobre la ciudad.