Andie MacDowell y Ry Cooder animan la película de Wenders

ENVIADO ESPECIALLa actriz Andie MacDoweIl y el músico Ry Cooder, protagonista y autor de la banda sonora, respectivamente, en la película de Wim Wenders El final de la violencia, participaron ayer en Cannes en la presentación del filme junto al director alemán. "En Sexo, mentiras y cintas de vídeo", dijo Wenders sobre Andie MacDowell, "su interpretación me pareció clave. He visto todas sus películas desde entonces y siempre lamenté no tener un guión que poder enviarle".

Con El fin de la violencia la actriz, una de las grandes bellezas de su generación, también ha podido cumplir un deseo. "Yo soy fan de Wenders", declaró sonriente, "y por eso la primera vez

ue me vi con él estaba muy nerviosa. Pero resultó ser muy amable, un caballero ' y enseguida me sentí protegida. Durante el rodaje, a veces no pasábamos de las dos tomas, y eso un actor siempre lo agradece".

La intérprete de Cuatro bodas y un funeral y Atrapado en el tiempo, que ayer apareció vestida de azul y con el pelo rizado, reflexionó sobre su carrera, en la que ha alternado películas de Hollywood con filmes independientes que le han dado prestigio.Ambiciones artísticas

"Creo que no es fácil hacer una película de calidad con los estudios porque lo impiden las razones económicas. En el caso de Matrimonio de conveniencia nos planteamos el trabajo con el espíritu del cine independiente porque a Peter Weir no le movía el ansia de dinero sino las ambiciones artísticas. Pienso que las cosas funcionan mejor siempre que esas ambiciones prevalecen sobre los fines comerciales. El mayor riesgo está en pensar sólo en el dinero. Me siento orgullosa de Sexo, mentiras y cintas de vídeo porque resultó un título crucial dentro del cine independiente. Su enorme éxito cambió las perspectivas del negocio, y hubo mucha gente a la que le sirvió de ejemplo para plantearse cómo hacer dinero desde una base creativa y no a la inversa".

Junto a Andie MacDoweIl destaca en El fin de la violencia la banda sonora de Ry Cooder, que repite con Wenders después de París, Texas. El músico explicó ayer que su forma de trabajar sigue siendo la misma "después de 14 o 15 películas". "No soy sistemático. Me encierro en el estudio y comienzo a trabajar. Lo único que necesito es sentir una pulsión firme y la sensación de que la música es orgánica, interior".

La imaginación musical de Cooder sirve de fondo a una historia que pretende analizar la violencia contemporánea y la dudosa aplicación de la tecnología audiovisual para atajarla. Wim Wenders se refirió a la frase de un policía en la película al que le preguntan que defina la palabra violencia: "Falta de amor". "No quiero ponerse muy ideológico respecto al tema de la violencia", añadió el cineasta.