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VIOLACIÓN DE LOS DERECHOS HUMANOS

Israel defiende ante la ONU el uso de la tortura para sacar información a los terroristas

Representantes del Gobierno de Israel han defendido de forma vigorosa ante el Comité e las Naciones Unidas contra la Tortura la política de su país de utilizar la violencia física en los interrogatorios de detenidos que puedan tener información sobre terrorismo. En la sesión del miércoles, que se movió entre lo muy emocional y lo muy técnico, los funcionarios israelíes ofrecieron por primera vez un ejemplo concreto de cómo se había evitado un atentado con la información obtenida a través de lo que Israel llama "presión física moderada". Según ellos, gracias a sus técnicas de interrogatorio no se repitió en Tel Aviv un atentado como el que el 22 de marzo costó la vida a tres mujeres y provocó heridas a otro medio centenar de personas.

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El proceso alcanzó su momento de mayor carga emocional cuando un experto danés en casos de tortura, profesor Bent Sorenson, mostró el informe de la autopsia de un detenido palestino, de quien dijo que había sido zarandeado de forma tan violenta que murió de las heridas. Sorenson dijo que Israel estaba minando su propia legitimidad al permitir semejante práctica."Es casi increíble que Israel sea la única nación del mundo que permita la tortura", manifestó Sorenson, que dirige un centro de rehabilitación para víctimas de tortura. Explicó que esta práctica de Israel le parece especialmente mortificante porque los daneses, individual y colectivamente, habían ayudado a los judíos a escapar del holocausto.

Altos responsables israelíes mantuvieron que sus prácticas de interrogatorio -entre ellas, golpear a detenidos, hacer sonar música a todo volumen, cubrirles la cabeza con capuchas, esposarles y negarles el sueño- no se aplican para causar mucho dolor y sufrimiento, lo que iría contra la Convención sobre la Tortura.

Israel es uno de los 102 países que han acordado prohibir la tortura conforme a lo exigido por la convención que entró en vigor en 1987. A Israel, que presentó un informe rutinario sobre sus prácticas en 1994, le pidió el Comité contra la Tortura que entregara un informe especial después de que el año pasado su Tribunal Supremo condonase el uso de, presión física en ciertos casos. Esta es la primera vez que el comité de vigilancia ha pedido semejante documento a un país.

La convención también prohíbe a los países que la han suscrito que aleguen "circunstancias excepcionales" para justificar su uso. A pesar de eso, Nili Arad, directora general del Ministerio de Justicia israelí, explicó ante el comité de control de la ONU que su país, como cualquier otro, tiene que ser libre para combatir el terrorismo. En el caso de Israel, eso se hizo necesario por un "estallido sin precedentes de atrocidades por parte de organizaciones terroristas palestinas". Interrogatorio sin parar

El profesor Peter Burns, de la Facultad de Derecho de la Universidad de Columbia Británica, explicó que el caso de Ayman Kafishah, que estuvo recientemente incomunicado, ilustra cómo Israel viola las provisiones de la convención. En una declaración jurada presentada en el Supremo israelí, Kafishah dijo que mientras estuvo en la cárcel de Ha Shikinah fue interrogado sin parar durante 36 horas, que fue golpeado y que las esposas le fueron apretadas hasta que no circulaba la sangre. Fue forzado a sentarse en una silla baja con sus manos esposadas detrás de la espalda y los pies esposados a las patas de la silla. También juró que fue forzado a sentarse al lado de un máquina de aire acondicionado que estuvo echando aire frío durante toda la noche, que le fue negado permiso para utilizar el servicio cuando lo necesitaba y que se le amenazó con detener a sus familiares.

Shai Nitzan, adjunto al fiscal general de Israel , respondió que muchos detenidos mienten para "hacerse perdonar el haber hablado". Kafishah, dijo Nitzan, era el jefe de un comando terrorista de cinco hombres que el pasado 22 de marzo atacó un café en Tel Aviv y mató a tres mujeres y dejó heridas a otras 50 personas. Nitzan explicó que gracias al interrogatorio de Kafishah fue posible localizar una segunda bomba antes de que fuese colocada. "Era vital descubrir la bomba", dijo Nitzan. "No sé cuánta gente hubiese muerto en caso contrario".

El debate ante el comité de la ONU puso de manifiesto el radical desacuerdo sobre las prácticas de interrogatorio entre israelíes y expertos independientes. "Es difícil aceptar que cada presión física sea un caso de tortura explicó Nítzan. Sorenson no estuvo de acuerdo y puso el ejemplo de Kafishah: "Eso es tortura. Es sufrimiento severo infligido de manera intencionada por un funcionario".

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