Londres sube 0,25 puntos el precio del dinero y otorga mayor autonomía al Banco de Inglaterra

El Gobierno británico dio un paso decisivo ayer hacia la equiparación del Banco de Inglaterra con los de los demás países comunitarios, al cederle la responsabilidad de fijar los tipos de interés. Con una decisión que sorprende más por su rapidez que por su contenido y que revela hasta qué punto el Gabinete laborista de Tony Blair tiene la vista en la Unión Monetaria Europea, el Banco de Inglaterra pasa a ser el encargado de fijar el precio del dinero. El ministro de Economía, Gordon Brown, anunció antes una subida de 0,25 puntos del interés oficial, que queda en el 6,25%.

Con la autonomía parcial del Banco de Inglaterra se elimina, en palabras de Brown, la Incertidumbre que pesaba sobre la economía británica, sometida a menudo a presiones derivadas de cambios en los tipos de interés que respondían más a "consideraciones políticas de corto plazo" que a "necesidades de largo alcance".Además de anunciar la reforma más importante que ha sufrido el Banco de Inglaterra desde su fundación en 1694, Brown optó ayer por subir los tipos de interés. El ministro justificó una decisión que recibió el aplauso general del mundo financiero en "los datos que he recibido sobre inflación para l998" y en la herencia económica de los tories.

"Éste es el momento de tomar las decisiones difíciles necesarias pensando en la prosperidad del país a largo plazo", dijo. Habida cuenta del crecimiento de la economía (el 4% sobre el año pasado), el aumento de los precios en el mercado inmobiliario y de los salarios medios, Brown ha optado por una medida cautelar para frenar la tensión inflacionista que el gobernador del Banco de Inglaterra, Eddie George, confirmado en su puesto por el Gobierno de Blair, venía reclamando desde hace tiempo y que sólo el proceso electoral ha postergado.

Más sorprendente que la subida de los tipos de interés fue la decisión de que sea el banco central el que a partir de ahora fije estos tipos. En una larga carta dirigida al gobernador de la institución y hecha pública ayer, el nuevo canciller del Exchequer (ministro de Economía) explica las razones de la decisión gubernamental, que "equipara al Banco de Inglaterra con las instituciones homólogas de Estados Unidos y de los países del Grupo de los Siete" países más industrializados del mundo.Tras hacer un análisis de la debilidad endémica de la economía británica en el último siglo, Brown considera que los intereses del país a largo plazo estarán mejor servidos si deja de estar en manos del Gobierno de turno, con sus inevitables prioridades políticas, la fijación de los tipos de interés.A nadie se le escapa que esta nueva situación de independencia del banco nacional allanará el camino del Reino Unido hacia la moneda única. No obstante, la autonomía para fijar la política monetaria es parcial y no cumple los requisitos fijados en el Tratado de Maastricht, porque el Gobierno se reserva la facultad de fijar el objetivo de inflación para cada año.A partir de ahí, la decisión de modificar los tipos de interés quedará en manos de un Comité de Política Monetaria integrado por el propio Gobernador del Banco de Inglaterra, dos subgobernadores y otros seis altos cargos, cuatro de ellos nombrados por el Ejecutivo.La decisión del Gobierno laborista encontró ayer poca oposición. Aun así, Kenneth Clarke, antecesor de Brown en el Ministerio de Economía, criticó la decisión como "errónea", ya que, dijo, "la responsabilidad del control monetario es del Gobierno y debe estar en sus manos".