_
_
_
_

Guitarras de rock clásico

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Los sonidos guitarreros ligados a una concepción más clásica del rock también tuvieron su tiempo y espacio en la fiesta al aire libre de Festimad. Con el público algo contrariado por el anuncio de que Suede no iba a tocar, el cuarteto de Los Ángeles Red Kross procedió a descargar un potente repertorio a base de hard-pop, en el que el equilibrio entre la dureza y armonía de guitarras, la riqueza de melodías y el poder de unas voces y unos coros como Dios manda, dio como resultado una de las actuaciones más atractivas de lo que se lleva de extenuante festival.La banda de los McDonald dio un repaso a su no muy extensa discografía, teniendo en cuenta que llevan en activo desde el año 79, y hasta se atrevió con una versión de A hard day's night de los Beatles, de la que salieron más que bien parados.

Más información
The Prodigy: "El "tecno" no nos interesa, lo nuestro son las catedrales electrónicas
Víctimas de patines y queimadas

A los que no les fueron bien las cosas fue a los españoles Extremoduro, a quienes les torturó tanto el sonido de dentro del escenario como les sucedía a los que fuera lo percibían de manera embarullada. Rara cosa fue, ya que fue el único grupo que probó sonido como es debido. Tal follón había que Robe Iniesta tuvo que parar de tocar y, a través del micrófono se le oía gritar al pobre técnico: "¡Pero tú estás loco o qué!".

En cuanto a lo estrictamente musical, el grupo hizo prácticamente entero su último disco en directo, que lleva el esclarecedor título Iros todos a tomar por el culo. Iniesta mostró una vez más que el poder de convocatoria de esta banda es tan grande, o mayor que el de muchas figuras internacionales que suelen incluir España entre sus giras. De no haber tenido el mal fario sónico, tal vez se lo hubieran puesto difícil hasta al mismísimo Beck. En fin, otra vez sonará.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_