Víctimas de patines y queimadas
Un total de 600 personas desfiló por el hospital de campaña de la Cruz Roja durante las primeras 24 horas de Festimad 97. Aparte de cita musical, el macroconcierto se convirtió en festival de caídas y torceduras hasta el extremo de que los voluntarios agotaron su arsenal de vendas y esparadrapo. Se dieron 30 casos de fracturas y luxaciones agudas, que fueron atendidas en el hospital de Móstoles ante la necesidad de escayolas. "Las caídas más fuertes se presentaron en los jóvenes que practicaban en la pista de skaters (patinadores) ", señaló el responsable de Cruz Roja, Javier Márquez.El loop de los patinadores fue una de las atracciones que mayor atención mantuvo entre los transeúntes. Posiblemente esa expectativa fue lo que hizo que los jovenes que practican este deporte de exhibición se arriesgaran más de lo recomendable en sus piruetas, que eran aplaudidas por un público entusiasta.
Accidentes y alcohol
El alcohol hizo estragos a partir de las 21.00 horas del viernes. Desde ese momento y hasta las dos de la madrugada de ayer, el personal sanitario trabajó a destajo atendiendo borracheras. Por crítico que fuera su estado, ninguna de las víctimas quería ser trasladada al hospital, salvo una joven que no pudo decidir nada sobre su situación por padecer una fuerte intoxicación etílica.
Los numerosos cortes en manos y brazos también mantuvieron ocupados a los miembros de Cruz Roja. No se atendió a nadie como consecuencia de peleas. El único suceso grave ocurrió pasada la medianoche cuando un joven se quemó brazos y piernas mientras preparaba una queimada. El parte médico diagnosticó quemaduras de segundo grado que mantienen al joven ingresado en el hospital, aunque fuera de peligro.
Por lo que respecta al estado del parque, algunos árboles se troncharon porque la gente se apoyaba sin calcular su peso. En otros casos, fue el parque el que jugó una mala pasada a los asistentes. Cuatro jóvenes resultaron heridos leves al precipitarse con su coche dentro de un sacavón de casi un metro de profundidad que no estaba señalizado ni iluminado debidamente.
Hubo quienes optaron por el riesgo atravesando los cuatro carriles de la carretera de Extremadura (N V) sorteando el cordón policial. La mayoría pensaba, erróneamente, que era el único camino para colarse al recinto. El resto, según la policía, sólo buscaba un atajo para llegar al aparcamiento o jugársela. El año pasado un joven de 17 años murió atropellado en esa carretera durante la celebración de Festimad.
En general, pocos incidentes durante la primera jornada de un festival que ha convocado, a cerca de 15.000 personas en el parque El Soto de Móstoles, a lo largo del fin de semana.
Babelia
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