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PRIMERO DE MAYO.

PCE y su sector en CC OO boicotean a Méndez y Gutiérrez con protestas contra la reforma laboral

El enfrentamiento entre el Partido Comunista de España y los sindicatos CC OO y UGT se agudizó ayer. Grupos de militantes del PCE y sus aliados en Comisiones, la minoría crítica, trataron de reventar la manifestación central del Primero de Mayo en Madrid y mostraron su oposición a la firma de la reforma laboral con gritos y abucheos en los mítines de Antonio Gutiérrez y Cándido Mendez, líderes de CC OO y UGT. Gutiérrez les respondió que si la izquierda se divide en "polémicas absurdas nos colarán goles muy peligrosos". Y Méndez dijo: "Hemos asumido riesgos y críticas, en la mayoría de los casos injustificadas, pero no nos importan porque rotundamente merece la pena haber firmado este acuerdo".La Fiesta del Trabajo, tradicionalmente el día de la unidad, se celebró este año con incidentes y a grito pelado. Dos grupos de manifestantes estratégicamente situados frente a la tribuna de oradores en la Puerta del Sol estuvieron lanzando insultos y gritos sin una sola pausa. Por si había alguna duda de su identidad, se colocaron en torno a pancartas firmadas por el PCE y por los críticos de CC OO en las que mostraban su rechazo a la reforma laboral y al pacto sobre las pensiones. El primero firmado hace tres días y el segundo en octubre pasado. En ellas se decía: "El recorte de las pensiones y la reforma laboral para quien lo firma y lo defiende", "No al acuerdo basura. Ni despido barato", "Reforma laboral pa'l dirigente sindical", "Basta ya de pactar, es hora de luchar".

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Los dirigentes sindicales, para hacerse oír en medio del griterio, pronunciaron sus discursos también en un tono muy elevado. Gutiérrez y Méndez dedicaron buena parte de su intervención precisamente a defender el acuerdo de la reforma laboral. El líder de CC OO aseguró que haber alcanzado ese pacto es "una medida preventiva para que ningún Gobierno pueda en el futuro meter mano a los derechos laborales utilizando el Boletín Oficial". Asimismo, advirtió: "Sólo tengo tiempo y energías para ocuparme de las críticas que me inquietan; las que vienen de la derecha y los empresarios que no aceptan que el empleo estable es lo más importante".

Méndez afirmó que la reforma "mantiene intactos los derechos de los actuales trabajadores fijos" y beneficia a "seis millones de trabajadores precarios y de parados". Según Méndez, con el acuerdo pierden "los ultraliberales y los que quieren arrinconar a los sindicatos" y otro grupo que no aclaró si está en la derecha o la izquierda: "Quienes quieren echar las raíces en el estiercol".

Los dos sindicatos, que no facilitaron cifras de asistentes, contaron ayer de nuevo con el apoyo de Nueva Izquierda. Participaron en la manifestación sus dirigentes Diego, López Garrido, Juan Berga y Angel Soria. López Garrido afirmó que "las desafortunadas declaraciones de Julio Anguita no representan a IU" e insistió en que los sindicatos son "aliados estratégicos y esenciales de cualquier partido progresista". También se sumaron a la marcha Ángel Pérez, de IU-Madrid, y los dirigentes del PSOE Matilde Fernández, Francisca Sauquillo y Josefa Pardo.

El presidente Aznar resaltó en Washington la "gran importancia" que tiene la celebración del Primero de Mayo "al amparo" del acuerdo entre empresarios y sindicatos, una afirmación muy similar a la reflejada en la declaración oficial del PP.

"Os habéis quedado en el 20%"

Los incidentes no acabaron con el mitin en la Puerta del Sol. Una vez finalizado, los dirigentes sindicales, en especial los máximos responsables de Comisiones Obreras, fueron increpados por algunos grupos de manifestantes que les tacharon de "traidores a la clase obrera", por haber firmado los pactos sobre la reforma laboral y las pensiones. Fernando Puig y José María Fidalgo, los negociadores de ambos acuerdos, fueron el principal objetivo de las iras y fueron acusados de no haber consultado a las bases.José María Fidalgo les recordó: "Os habéis quedado en el 20%", en referencia a los votos obtenidos por el sector crítico en la votación de la reforma laboral que se ha realizado en el seno del sindicato. La frase enfureció aún más a los críticos.

Gritos contra el pacto les lanzaron asimismo los afiliados de la Confederación General del Trabajo (CGT), que ayer se manifestaron por un lateral de la calle de Alcalá mientras la marcha de UGT y CC OO transcurría por la misma vía. Además, algunos cegetistas intentaron romper el cordón de seguridad, lo que provocó forcejeos y conatos de pelea.

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