Clinton y el Dalai Lama hablan de derechos humanos, pero no de política

, Hablaron de "religión y derechos humanos", pero "no de asuntos políticos". Así presentó ayer la diplomacia norteamericana la conversación entre Bill Clinton y el Dalai Lama. Como en 1993, 1994 y 1995, la fórmula empleada para la conversación entre el presidente norteamericano y el líder del budismo tibetano y premio Nobel de la. Paz fue la de una reunión en la Casa Blanca entre el visitante extranjero y el vicepresidente Al Gore a la que, en un determinado momento, se incorporó Clinton.

"Creemos que el Dalai Lama es una importante figura religiosa y una persona de gran autoridad moral, que merece el respeto de mucha gente en todo el mundo", declaró Nicholas Burns, portavoz del Departamento de Estado. "No creó que en la discusión se hayan tratado asuntos políticos", añadió Burns.

Pekín había advertido a Washington que cualquier entrevista entre el líder tibetano y las autoridades norteamericanas sería considerada una "injerencia en asuntos internos chinos" y que traería malas consecuencias para la mejora de las relaciones que desean las dos potencias mundiales.

El Dalai Lama, que hoy se entrevistará con la secretaria de Estado norteamericana, Madeleine Albright, y congresistas de los dos grandes partidos, participa en Washington en una conferencia parlamentaria internacional de apoyo a Tibet. Su objetivo, según ha reiterado, es convencer a EE UU y al conjunto de la comunidad internacional de la necesidad de que China negocie con representantes tibetanos una autonomía, que no la independencia, para esa zona del mundo. "Mi mensaje es: 'Por favor, ayudadnos a llevar a China a la mesa de negociaciones"", declaró el Dalai Lama a la televisión pública norteamericana. "Sólo estoy buscando un auténtico autogobierno", afirmó el líder espiritual tibetano.