Irak viola el embargo aéreo pese a la advertencia de Clinton

Estados Unidos está dispuesto a apretar al régimen iraquí, pero no a ahogarle ni mucho menos a desencadenar un conflicto en el pulso del transporte aéreo de peregrinos que vuelven de La Meca. La ruta de los helicópteros utilizados en la operación de retorno viola el embargo que prohibe la navegación aérea por debajo del paralelo 33, en un espacio que comprende todo el sur del país. "Mi mensaje", señaló ayer el presidente Bill Clinton, "es que nosotros respaldamos que los pueblos ejerzan sus libertades religiosas y sean fieles a sus convicciones en todas partes del mundo... pero lo que no queremos es que la religión se utilice y se desvirtúe con la intención de intentar evitar obligaciones internacionales".Clinton, enfrentado a la delicada tarea de mantener el principio de autoridad sin ofender la sensibilidad religiosa de, como mínimo, todo el mundo musulmán, trató de nadar y guardar la ropa. "Estamos decididos a que se siga cumpliendo la zona de no sobrevuelo y el embargo hasta que [Sadam Husein] cumpla las condiciones estipuladas en las resoluciones de Naciones Unidas", aseguró a los periodistas, sin pronunciarse sobre una eventual represalia por la violación del espacio aéreo, como ha ocurrido en ocasiones anteriores. El día anterior, su portavoz, Mike McCurry, había ya aclarado lo obvio: "No vamos a derribar helicópteros civiles".

El empeño de la Casa Blanca es tratar de salvar la cara sin cometer un error monumental. El régimen iraquí ha tenido la precaución de llenar uno de los aparatos con equipos de televisión extranjeros y ha llamado la atención sobre las condiciones de los peregrinos.

Este desafío verbal se produce mientras en Irán, el líder espiritual, ayatolá Alí Jameni, pedía ayer al pueblo que estuviera en alerta ante la amenaza extranjera, en vísperas de que 200.000 soldados iraníes iniciaran maniobras en el Golfo.