Empieza la campaña electoral
Argelia se prepara para las elecciones. La matanza de las dos aldeas de la Mitiya es un nuevo acto de propaganda efectuado por los grupos violentos, coincidiendo con la apertura de la precampaña electoral y la presentación de unas candidaturas a estas elecciones legislativas, cuyos nombres serán oficialmente conocidos dentro de diez días.La tragedia del pasado lunes eleva a cerca de 300 el número de personas que han sido degolladas o muertas en atentados con bomba desde el pasado 3 de abril en las regiones de Blida y Medea, según diversas estimaciones. Y se cree que en lo que va de año se haya podido llegar a casi el millar de víctimas.
En los comicios legislativos del próximo junio, los primeros que celebra Argelia desde que se interrumpió el proceso democrático en enero de 1992, está previsto que participen la práctica totalidad de las organizaciones politicás del país, con la única exclusión de los islamistas del Frente Islámico de Salvación, el partido fundamentalista hegemónico en Argelia, declarado ilegal e 1992 y cuyos dirigentes se encuentran en la cárcel o en el exilio.
El objetivo de los partidos gubernamentales en estas elecciones es el de continuar controlando el poder, tratando de captar el voto de los electores, con el argumento de que ellos son los únicos capaces de asegurar la paz y la tranquilidad en el país magrebí.
Por su parte, los partidos de la oposición democrática, en especial el Frente de Fuerzas Socialistas, concurren a estas elecciones, no con la esperanza de lograr un escaño en el Parlamento de Argel, sino más bien de convertir la campana electoral en una plataforma de propaganda, desde la que denunciar a la opinión pública internacional la situación de guerra civil en la que se encuentra sumida Argelia y reclamar a su vez una solución pacífica y dialogada a la crisis.
La matanza del pasado lunes se produjo ante la mirada atónita de los primeros observadores internacionales, que han empezado a llegar a la capital para ver de cerca el desarrollo de unos comicios, de dudosa credibilidad.
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