Una revolución en la extracción de cálculos biliares

Un 20% de la población desarrolla cálculos biliares y en un porcentaje importante los cálculos pasan al conducto biliar. En ambos casos, la intervención quirúrgica resulta inevitable, pero cuando se trata de pacientes de edad avanzada o con enfermedades asociadas el riesgo aumenta de forma considerable. La laparoscopia ha revolucionado en apenas unos años la cirugía de la vesícula biliar. Ahora ya no sólo es posible extraerlos cálculos del conducto mediante endoscopia y sin necesidad de una intervención quirúrgica, sino que también se puede extraer la vesícula gracias a la laparoscopia.Esta técnica es ahora el tratamiento de elección. Así lo demuestran las investigaciones realizadas por el servicio de Cirugía del hospital Clínico de Barcelona. La cirugía laparoscópica permite extraer la vesícula practicando cuatro pequeños orificios en el abdomen. Por uno se introduce un tubo dotado de una cámara, y por los demás, instrumentos que permiten hinchar la cavidad abdominal, disecar la vesícula y, una vez libre, extraerla en el interior de una bolsa a través de uno de los orificios. En dos o tres días el paciente puede volver a casa.

El primer gran avance en la utilización de técnicas no invasivas fue el uso de la endoscopia digestiva para la extracción de los cálculos ubicados en el conducto biliar dejando intacta la vesícula. Esta técnica consiste en introducir un tubo flexible por la boca hasta el conducto biliar y extraer los cálculos. Se estimaba que en los pacientes de elevado riesgo y avanzada edad ésta era una opción más segura que la cirugía convencional.

Pero un-estudio realizado en el hospital Clínico en 152 pacientes demostró que incluso en las personas de alto riesgo la cirugía convencional. era mejor en estos casos. El estudio, firmado por Eduard Targarona y realizado bajo la dirección de Manel Trias, ha sido publicado en la revista científica The Lancet y ha merecido el Premio Ediciones Mayo 1997 al mejor artículo publicado en una revista científica.

"Nadie había comparado antes las dos opciones, por eso The Lancet lo ha publicado", explica Eduard Targarona. Las incidencias durante la intervención fueron similares en los dos grupos comparados. En cambio, en la extracción por endoscopia, como se había dejado la vesícula, el 30% de los pacientes tenían complicaciones al cabo de tres años. La conclusión estaba pues, clara: en caso de cálculos en los conductos biliares, es mejor extraer también la vesícula.

Ahora la cirugía laparoscópica ha permitido dar un paso más Un segundo estudio del mismo servicio ha demostrado que el tratamiento más idóneo consiste en extraer primero los cálculos del conducto mediante endoscopia (introducir un tubo flexible por la boca) y a los pocos días extraer la vesícula por laparoscopia (a través de un tubo rígido que se introduce en el abdomen).