Una estrella uzbeka

Dos bailarinas se cambian varias veces de ropa y se mezclan con la gente para invitarla a bailar: son el aderezo festivo a una cantante morena, de poco más de metro y medio de estatura, de voz potente y que no cesa de moverse. En la contraportada de su último disco se define la música de YuIduz Usmanova como etnopop oriental. Batería, bajo y guitarra le propiorcionan un motor occidental; el toque verbenero lo ponen dos teclados Korg, y el étnico, el laúd Domra y el tambor de marco.En Uzbekistán, en el corazón de la antigua Unión Soviética, esta madre de familia que trabajaba en una fábrica de seda es una estrella. Antes de la desintegración del régimen comunista, la principal ocupación de los músicos uzbelcos eran las bodas. Llegaron los cambios y con ellos Usmanova. Ganó la primera edición del festival Voice of Asia y desde entonces ha vendido millones de discos. Se convirtió en un ejemplo para las jóvenes en un país musulmán. De ahí la energía que desprende esta mujer luchadora, a la que sus hermanos pegaban para que no cantara, y ahora tiene clubes de fans en Holanda. YuIduz Usmanova recuerda a los cantantes argelinos de rai. Música comercial que, en directo, no permite un respiro, y que ella, pizpireta y sonriente, ofrece con gracia.