Ana Díez viaja en su nuevo filme "del orden al caos de la violencia"
Silvia Munt protagoniza 'Todo está oscuro', rodada en Colombia
, Ana Díez sintió una mezcla de horror y de fascinación en su primer viaje a Colombia. Fruto de esos sentimientos, aparentemente enfrentados, surgió la idea de Todo está oscuro, el segundo filme de esta realizadora navarra (Tudela, 1955) que hace siete años obtuvo el Goya a la mejor dirección novel por Ander eta Yul. Profesora de guiones, Diez está convencida de que en el cine lo decisivo es contar una buena historia. "He narrado, a través del personaje de Silvia Munt, un viaje desde el orden hasta el caos de la violencia. Un camino del que nadie regresa indenme", afirma.
Inquieta y vitalista, Ana Díez no para de fumar y de atropellarse con las palabras mientras relata el argumento de su película. "Me he dejado el pellejo en el empeño", comenta a modo de disculpa, "porque he trabajado muy duro duran te cinco años, con varios viajes a Colombia, para conocer a fondo aquel país, donde la vida no vale nada y donde la muerte alcanza el paroxismo. Allí, la autoridad del Estado no llega a ningún sitio, porque el poder, o, mejor dicho, los poderes, están en manos de los narcotraficantes, de la guerrilla, de los campesinos, de las mafias grandes o pequeñas".A esta directora le espanta cualquier tipo de violencia, le produce un desgarro casi físico que le provoca hasta ganas de vomitar. Por eso necesitó indagar y explicarse a sí misma algunas claves de la violencia de este final de siglo, que tiene en Colombia uno de sus paradigmas.
No obstante, siente también una atracción irresistible por aquel país suramericano, que ha visitado en varias ocasiones en un trabajo de campo previo al rodaje del filme, que Ana Díez califica de "periodísticó ". "Algunas veces llegó a darme miedo la seducción que sentí por el mundo de los sicarios, de los mercenarios de la droga", cuenta, para proclamar acto seguido su admiración por la gente de Colombia. "Allí, todo se lo rumbean. Se van de juerga porque no van a llorar todos los días", explica la cineasta, que rechaza que haya sucumbido a los tópicos.
Hermano asesinado
Ana Díez está muy contenta de haber contado con una actriz como Silvia Munt para encarnar el personaje que vertebra toda la trama en un recorrido desde su confortable posición de agente de Bolsa en España hasta las simas del desarraigo y de la pobreza entre las chabolas de Bogotá en busca de las cenizas de su hermano asesinado. "Silvia está magnífica, porque es una actriz con muchos registros y transmite esa imagen enigmática y atractiva que necesitaba para contar mi historia". Ana Diez se gana la vida como profesora de guiones en la Facultad de Ciencias de la Información de Madrid y está persuadida de que "lo más importante en el cine pasa por tener una buena historia". Tan convencida se muestra del valor del-guión, que ha contado con la colaboración de otras tres personas para plasmar el argumento. "Creo", señala, "que un punto de vista único resulta muy parcial y prefiero la aportación de ideas, el contraste de opiniones".
De todos modos, duda de que la escritura de guiones sea una disciplina que pueda enseñarse. "Los alumnos llegan a aprender cómo construir una estructura dramática o la forma de evitar errores, pero el fondo exige un talento especial, unas cualidades innatas". Lamenta Ana Díez que el oficio de guionista no esté afianzado en España por la ausencia de un mercado de guiones. "El guionista", comenta, "es siempre el último que cobra, porque su trabajo no deja de ser un producto previo, algo inexistente mientras no se traslade a la pantalla. De ahí que muchas veces resulte más cómodo comprar los derechos de novelas para llevarlas al cine".
Nuevo proyecto
Un tanto cansada de esta obsesión suya por la violencia -su primera película giraba en torno al terrorismo en el País Vasco-, Ana Diez necesitaba dar una larga cambiada a su carrera cinematográfica. Su próximo proyecto, del que prefiere no revelar muchos detalles, será un mosaico de historias cotidianas de mujeres en colaboración con la guionista Lola Salvador. Al estilo de Eric Rolimer, Woody Allen o Denys Arcand, en El declive del imperio americano -tres de sus directores favoritos-, la nueva película se construirá en torno a diálogos y sentimientos.
A propósito de mujeres, Ana Díez se alegra de que las realizadoras de cine en España ya no sean noticia por el hecho de ser mujeres. "Claro que ya somos una multitud, porque en la dirección cinematográfica se ha producido la misma eclosión que en otros sectores. Ahí están para demostrarlo Icíar Bollaín, Azucena Rodríguez, Mónica Laguna, Gracia Querejeta, Isabel Coixet y tantas otras".
Babelia
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