_
_
_
_

El escondite espacial

Las nubes impiden a unos 2.500 curiosos ver el cometa Hale-Bopp en el Planetario

Paz Álvarez

El cometa Hale-Bopp se resguardó anoche entre las nubes y no se curiosos ver el cometa dejó ver en el firmamento madrileño. Y eso que más de 2.500 personas habían aguardado de pie, haciendo cola frente al Planetario, una media de dos horas para comprobar de cerca, a través de potentes telescopios y pismáticos cedidos por la Agrupación Astronómica de Madrid las majestuosas estelas de polvo (la de color amarillo) y gas (la azulada) que de noche viste el cometa.El público se quedó con las ganas. La noche se volvió nublada, y sólo se dejaron ver, aunque durante un rato, el planeta Marte y la Luna. "Bueno, aunque no se vea el cometa, ya que estamos aquí, aprovechamos para ver a los otros, que también son importantes", comentó, Carlos González, un biólogo que aguantó dos horas de cola para ver un cielo encapotado. El comentario era el mismo en todos los grupos, incluido el de los organizadores del espectáculo visual: "Que mala suerte, las nubes nos han fastidiado la observación".

Y ya apenas queda tiempo para ver de cerca al brillante cometa Hale-Bopp. Cada día que pasa se va alejando del sistema solar. A finales de este mes desaparecerá del firmamento. Volverá, pero dentro de 3.000 años. "Es una pena, porque yo ya no lo veré nunca mientras viva", dijo uno de los asistentes con una mezcla de pena y resignación.

Más positivo fue el comentario de dos niñas, de nueve y seis años, Giovanna y Mónica Navarro: "Es mala pata, pero ha merecido la pena ver un puntito de Marte y la Luna, que está mordida. Pero si se va, ya llegará otro y podremos verlo. Hay más cometas".

Sobre las 21.30, los 30 telescopios enfocaban al cometa. "Por si acaso, en cualquier momento, hay un claro y se ve algo". Avanzaba la noche y los aparatos iban cambiando de postura: ahora el objetivo era Marte, que aún se dejaba ver. "Sólo hay un puntito minúsculo, pero tiene mucha luz", decía la estudiante Irene Núñez.

El tiempo pasaba y las nubes taparon también Marte. Y otra vez los telescopios cambiaron de posición para buscar un punto a salvo de las inoportunas nubes. Sólo quedaba la Luna. "Mira que es mala suerte, todas estas noches ha hecho buen tiempo y hoy está todo encapotado", se lamentaba Jaime Izquierdo, uno de los organizadores. Poco a poco, las nubes devoraron la Luna.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Paz Álvarez
Periodista especializada en gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid, tiene un programa de desarrollo directivo por el IESE. En 1993 comenzó a escribir en la sección de Madrid y, en 1997, se incorporó al diario CincoDías, donde creó la sección de Directivos y ha sido jefa de la sección de Fortuna hasta 2022.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_