La moda de los volcanes

En Un pueblo llamado Dantés Peak, que se estrena hoy, el malo de la película es, otra vez, la naturaleza. Si en Twister (una de las películas más taquilleras de 1996) la amenaza era un tornado, aquí el pánico lo provoca un volcán que imprevisiblemente (sólo un solitario y atractivo vulcanólogo detecta el peligro) explota. "No creo que todas las películas de desastres respondan a una misma fórmula y sean iguales", señala Roger Donaldson, director del filme, interpretado por Pierce Brosnan (el nuevo James Bond) y Linda Hamilton (Terminator).

"En esta película me interesaba la carrera contra el tiempo que supone huir del volcán... quizá no es una película sobre el sentido de la vida, pero al menos es entretenida", añade el cineastal un neozelandés cuarentón afincado en Hollywood desde hace más de diez años.

La película, con un atractivo más divulgativo que cinematográfico, ha tenido en Estados Unidos una seria competidora: Volcán, otra superproducción que, con una montaña como estrella, muestra al detalle las fases de una erupción. "Los volcanes se han puesto de moda. Pero nosotros tuvimos la idea primero", dice Donaldson. "Estas cosas son muy frecuentes en Hollywood y añaden una presión insoportable al trabajo". Donaldson ha dirigido, entre otras, No hay salida, con Kevin Costner, y Cocktail, con Tom Cruise. El motín de la Bounty, con Mel Gibson y Anthony Hopkins, fue el rodaje más polémico.