Fiesta de la primavera
Abarrotado hasta el último resquicio estaba el recinto deportivo que acogió a un público que mayoritariamente apenas rozaba la veintena de edad y que acudía a la cita casi como si fuera una de esas "fiestas de la primavera" que tanto color lúdico ponen en las universidades de todo el país en esta época del año. Casi niños para ver a sus juguetes favoritos: los punkis de fin de siglo.A hora temprana abrían el fuego las neoyorquinas Lunachicks, un quinteto que aúna rabia, velocidad interpretativa y cierta provocación, como chicas-diciendo-barbaridades, que también tiene su mercado. Traían bajo el brazo su disco Pretty ugly y dieron un breve e intenso repaso a canciones de, nombre tan sugestivo como Baby sister on acid.
Offspring
0ffspring, The Vandals y Lunachicks. Pabellón del Real Madrid. 2.800 pesetas. Madrid, 9 de abril.
En segundo lugar le tocó el, turno a unos veteranos, con siete discos y más de una docena de años en común a sus espaldas: The Vandals. Éstos ya vinieron hace unos meses a nuestro país en el mismo papel de teloneros de lujo, sólo que aquella vez acompañaban a los NOFX. El grupo repitió paso a paso su actuación anterior, incluidas las versiones de Supercalifragilisticoespialidoso y Tell me more, el tema de Grease, y el desparrame escénico de su simpático guitarrista Warren Fitzgerald, que, sin embargo, en esta ocasión no llegó al desnudo integral.
Ni qué decir tiene que la audiencia se encontraba ya en el punto justo de ebullición para recibir a uno de los dos grupos punki millonarios en ventas -el otro es, naturalmente, Green Day- Por fin se produjo la irrupción en escena de Greg K. y sus tres compinches, ataviados para la ocasión de un modo que recordaba a Billy Idol y su recua de salvajes del 76.
Contrastes
Como única diferencia, donde hace dos décadas había validez, delgadez y heroína, aquí hay musculatura y color de playa; que cada uno saque sus propias conclusiones. En cuanto al material interpretado, la banda repasó sus cuatro discos en el mercado, haciendo especial hincapié en Smash, el álbum que disparó sus ventas en todo el mundo, y su última producción Ixnay on the Hombre, editado hace apenas dos meses, pero ya absolutamente conocido por los asistentes al concierto.El grupo evolucionó con total soltura sobre el escenario, sabiendo que temas como Disclaimer, All I want o Change the world forman parte del cancionero juvenil y pese a que el sonido, que comenzó yendo estupendamente, iba ensuciándose de forma progresiva, para terminar siendo totalmente indefinido. Lo cierto es que, dado el imponente delirio colectivo, daba igual la calidad del sonido, porque estaba convenientemente suplida por las ganas del personal de pasárselo bomba. Es lo bueno que tiene el punki.
Babelia
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