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El Congreso rechaza las iniciativas para publicar leyes en las lenguas cooficiales

El Congreso de los Diputados rechazó ayer cuatro proposiciones de ley firmadas por Izquierda Unida, el Grupo Socialista, Pilar Rahola (del Grupo Mixto) y una última de los otros tres diputados de este grupo, Francisco Rodríguez (BNG), Begoña Lasagabaster (EA) y José María Chiquillo, de Unión Valenciana. Las cuatro pretendían regular la publicación de leyes y otras disposiciones de carácter general en las diferentes lenguas propias de las comunidades autónomas.

Una curiosa coincidencia malogró que prosperasen las cuatro proposiciones de ley: el Consejo de Ministros, en su reunión del viernes pasado, reguló por real decreto la publicación de normas en las lenguas cooficiales. Algo que motivó, además, que CiU retirase la proposición de ley que había presentado en el mismo sentido.El debate de las lenguas parece que genera confusión en el debate parlamentario. El 12 de noviembre del año pasado, el Congreso, con los votos de PSOE y PP, rechazó una iniciativa del Parlamento catalán defendida por CiU que regulaba idéntica cuestión. En diciembre, el PSOE dijo que había errado y enmendó su postura con la proposición de ley que ayer le fue rechazada y a la que se sumaron la práctica totalidad de los grupos parlamentarios, con diferentes iniciativas, excepto vascos y canarios.

Con estos antecedentes, el portavoz socialista Jordi Solé Tura tuvo ayer que cantar la gallina y repetir con humildad que su grupo se equivocó en noviembre, pero que ahora mantenían su proposición porque juzgan "intolerable" que el Gobierno regule por decreto una materia cuatro días antes de estar preparado su debate en el Parlamento. Para Solé Tura se trata de una "auténtica bofetada para las dos Cámaras", en una materia que hubiera exigido "el máximo consenso".

La clave del debate pasaba por Convergència i Unió, ya que el origen de la propuesta arranca del Parlamento catalán. La diputada Carme Laura Gil resolvió la cuestión con desparpajo: Existe un punto final razonable a una larga historia" porque, según dijo, "el decreto del Gobierno satisface razonablemente" las aspiraciones del grupo catalán en este terreno.

Manuel Alcaraz, en nombre de IU, dijo que el de ayer era "un día de despropósitos" y que la actitud del Gobierno suponía auténtico "filibusterismo institucional". Además, argumentó que el decreto no soluciona el problema de la publicación de normas jurídicas en las lenguas cooficiales de España y que su rango normativo creará dificultades jurídicas posteriores.

En la misma dirección, en parte, se pronunció Francisco Rodríguez, del Bloque Nacionalista Galego (BNG), para el que el decreto del Gobierno carece del "valor institucional que tendría" una proposición de ley aprobada por el Congreso y el Senado. María Monseny, en nombre del PP, explicó que el 12, de noviembre su grupo se había opuesto "provisionalmente" y que ahora "el Gobierno ha resuelto" la cuestión.

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Pilar Rahola, elevó el tono del debate al reprochar a la portavoz del PP su intervención por sentirse aludida con argumentos personales y le endilgó una respuesta de grueso calibre imputándole que siempre ha estado en el lado de los vencedores" y en el de los opresores" mientras ella ha permanecido en el de Ios vencidos y los oprimidos". Los escaños del banco Popular se alborotaron y Rahola trató de calmarlos; "¡Tranquilos, que mandan ustedes!".

Joxé Joan González de Txabarri fijó la posición del Grupo Vasco-PNV asegurando que ellos se dan "por escuchados" frente a la argumentación de Solé Tura que insistió a lo largo del debate en que el Parlamento estaba debatiendo a partir de un decreto aprobado por el Gobierno y que nadie conocía ni había sido pactado.

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