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'LAS NOTICIAS DEL GUIÑOL'

"Marionetas contra guiñol"

A continuación se reproduce íntegramente el editorial de ayer de Abc sobre el espacio de Canal + Las noticias del guiñol, asunto al que este periódico dedicó su portada: "El humor hace pariente a la verdad de la mentira", dejó dicho Ramón Gómez de la Serna. Pero cuando se recurre a unos realistas muñecos de látex, apenas caricaturescamente estilizados, para hacerles decir cuanto conviene al antojo de sus guionistas manipuladores -harto más manipulado res en rigor que los esforzados trabajadores encargados de prestar movimiento a los muñecos- deberíamos concluir que este singular género de humor televisivo es un deliberado secuaz de la mentira; de la mentira orientada y sistemática al servicio de la más burda propaganda política.Nunca nos permitiríamos escribir algo que, ni de lejos, pudiera ser interpretado como reproche al legítimo ejercicio de la libertad de expresión. Salvaguardados otros valores -como el de la protección a la infancia- cada cual es libre de elegir entre el muy surtido menú de bazofias con el que compiten ardorosamente televisiones públicas y privadas, sugiriéndonos, de paso, amargas reflexiones sobre el paladar intelectual y moral de una sociedad capaz de consumir, sin vómito, tamañas dosis de estiércol. Pero esta respetuosa actitud no nos exime de identificar por su nombre a los distintos productos que se nos ofrecen y delatar ante el consumidor su auténtica naturaleza. Llamar folletín a lo que pretenden vendernos como melodrama; pornografía, cuando lo es, a lo que se expende como erotismo; teratofilia a la supuesta audacia provocativa; o, como en el caso que nos ocupa, abyecto panfleto a lo que el acosado multimedia que lo produce quiere exhibir como ocurrente sátira política.

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Los quilates del humor se calibran por el desapego frente a uno mismo; por la capacidad de tomar al autor como diana de sus propias invectivas. Nada más lejano de los maniqueos títeres de la televisión de pago que nos ocupa que descargan siempre sobre los mismos la fiereza de sus cachiporras con monótona reiteración. Las bromas blancas, los delicados pellizcos de monja, con los que se obsequia a Chaves, Serra o Borrell -y no digamos la pánfila hagiografía de González- se contrapone a la insania de mostrar a todos los personajes de la derecha como un coro de mentecatos o analfabetos.

El prestigio de Spitting images no se fundamentó tanto en su devastadora iconoclastia, sino en su impecable neutralidad. Satirizaba, por igual, a tirios y a troyanos. Por el contrario, el burdo remedo carpetovetónico que conocen los espectadores de la televisión de pago bien pudiera venir sellado con el copyright de la calle de Gobelas o de cualquier otro oscuro laboratorio del agit-pop socialista. El sectarismo del programa es tan manifiesto que su difusión resultaría más adecuada como animación telonera de un mitin electoral del PSOE que como espectáculo abierto para todos los públicos. Denunciada la manipulación, es la hora de apelar a la libertad de expresión y replicar con un contraguiñol objetivo y contundente, no manipulado, a la intoxicación de estas noticias del guiñol, al servicio exclusivo de los intereses de Felipe González".

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