Ankara acusa a Europa de desencadenar una campaña racista contra los turcos
La muerte de nueve turcos en dos incendios provocados en días pasados en La Haya (una madre y cinco hijos pequeños) y en la localidad germana de Krefeld (una madre y dos hijos adolescentes) ha disparado la desconfianza de Turquíapara con Europa, donde, dicen en Ankara, estos dos hechos prueban que se violan los derechos humanos, la principal acusación que desde Europa se hace al Gobierno turco, y que se persigue a muerte a los turcos. La prensa turca llega a relacionar a Helmut Kohl con Hitler.
Las pesquisas de ambos incendios no han proporcionado resultados que confirmen taxativamente que fueron de índole xenófoba, aunque se sospecha que así sea, sobre todo en La Haya, pero Turquía tiene la sensibilidad a flor de piel por las recientes negativas de la Unión Europea (UE), y, en particular, de Alemania, a considerar al país como maduro para la integración en Europa. Las palabras de Kohl a mediados del mes pasado en Bruselas, cuando, en compañía de sus correligionarios democristianos europeos, declaró que en la escuela no le habían enseñado que Anatolia perteneciese a Europa sentaron como una bofetada enTurquía. El primer ministro islamista, Necmettin Erbakan, ofendió luego al ministro de Asuntos Exteriores alemán, el liberal Klaus Kinkel, con unas declaraciones ante el grupo parlamentario de su partido, cuando dijo que debería acudir a Turquía con la cabeza gacha. Kinkel estuvo a punto de anular su visita a ese país, y luego insistió allí en que el país no puede entrar en la UE.Los atentados de La Haya y Krefeld han servido a las autoridades turcas para acusar a Europa y a Alemania de atentar contra los derechos humanos de los turcos, en especial contra el derecho a la vida. De nuevo ante su grupo parlamentario, Erbakam ha atribuido a la "campaña antiislámica" los atentados y ha acusado a los países donde se han cometido de dejar escapar a los asesinos.
El portavoz del Gobierno alemán, Herbert Schmülling, rechazó ayer las acusaciones de Erbakan y sentenció que Alemania es un Estado de derecho y que la fiscalía competente en el caso de Krefeld no ha encontrado elementos para calificar de xenófobo el incendio. Pero el Gobierno y la prensa turcos no se andan con rodeos y atribuyen a Kohl responsabilidad indirecta en lo ocurrido. "Creemos que las recientes declaraciones de algunos hombres políticos sobre la diferencia de cultura y de religión entre Turquía y Ia Unión Europea (...) han alentado, aunque sea indirectamente las agresiones inhumanas de los xenófobos", señala el portavoz de Exteriores, Omer Akbel. El diario Milliyet saca a colación las palabras de Kohl sobre Anatolia y Europa y llega a la conclusión de que "cuando el imam se comporta así, luego su parroquia incendia las casas de los turcos". Otro periódico Yeni Yüzyil escribe: "El admirado Kohl no debería olvidar que también Hitler inició el genocidio con las palabras de que la raza judía no pertenece a Europa".
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