Al sol que mas calienta

La respuesta masiva fue uno de los grandes logros de las uniones. Pero este mismo éxito fue también lo que provocó que, junto a los promotores de estas organizaciones incipientes, generalmente ligados a la izquierda (del PCE, del PTE y del PSOE), como Rodrigo Cerda, en Burgos; Mateo Sierra y Gonzalo Arguilé, por Aragón; Antonio Ortiz de Landazuri, por La Rioja; José Joaquín Pérez de Obanos, por Navarra; Carles Andreu, por Cataluña, o Salvador Madrid, por Albacete, se trataran de sumar a la misma, e incluso ponerse a la cabeza con mayor virulencia que las uniones, dirigentes del anterior sindicato vertical que no querían perder el carro ante el nuevo sindicalismo que se les venía encima. No se querían perder el viejo protagonismo.Ángel Fernández se movilizaba por libre en Valladolid con un pequeño grupo refundando la histórica Federación de Trabajadores de la Tierra de UGT. Vázquez de Prada se echó a la carretera en Valladolid, así como otros presidentes de cámaras agrarias en el Duero.

Fernando Redondo Berdugo, terrateniente y presidente de la Cámara Agraria de Burgos, no estuvo en la carretera, pero fue más lejos en su afán por apuntarse al carro y llegó a dimitir de su cargo al asegurar que la Administración no atendía las reivindicaciones del campo. Los agricultores no creían lo que estaban viendo.