El tratamiento de la osteoporosis mueve 16. 000 millones al año

El miedo a la osteoporosis (pérdida de masa ósea) ha convertido a las españolas en presas codiciadas de los laboratorios farmacéuticos, ya que los tratamientos contra la descalcificción son largos, caros y los financia la Seguridad Social. Sólo en calcitoninas, hormonas que favorecen el depósito de calcio en los huesos, se consumieron en España entre 1994 y 1995 más de cinco millones y medio de envases, con un coste superior a los 33.000 millones de pesetas, según datos del Ministerio de Sanidad.Actualmente hay en el mercado medio centenar de fármacos indicados para tratar la osteoporosis, pertenecientes a distintos laboratorios que continuamente organizan congresos y reuniones para hablar sobre sus productos y promocionarlos.

Varios médicos consultados coinciden en señalar que no se puede tratar a todas las mujeres menopáusicas con este tipo de fármacos y que lo primero que hay que recomendar es hacer ejercicio físico, una dieta rica en calcio y evitar tóxicos para los huesos como el alcohol y el tabaco. Los especialistas recalcaron que en las mujeres en las que existe la indicación terapéutica, el tratamiento hormonal sustitutivo es el adecuado. En su opinión, la falta de prescripción sensata de estas terapias se debe a una escasa iniciativa oficial al respecto y a que los médicos acaban recetando lo que les cuentan en los congresos.

La densitometría ósea, método diagnóstico para medir la masa ósea de una persona, es también una técnica que ha experimentado un gran crecimiento en los últimos años. Una osteoporosis se considera cuando la reducción ósea está por debajo del 25% y es a partir del 20% cuando se producen fracturas por fragilidad, según dijo un responsable del centro médicos Cetir, concertado con la Generalitat de Cataluña para hacer estas pruebas.

Medir la masa ósea

De la misma forma explicó que el 95% de las pacientes que toman calcitoninas u otro fármaco similar no saben que masa ósea tenían antes de iniciar el tratamiento, por lo que es muy difícil cuantificar el grado de remineralización conseguido. El Cetir, que cuenta con cuatro aparatos de densitometría que cuestan siete millones de pesetas cada uno, hace unas 17.000 exploraciones al año, de las que el 70% son concertadas al precio de 8.500 pesetas cada una, lo que supone unos cien millones anuales.En Cataluña sólo cuatro hospitales públicos tienen un densitómetro, de los cuales tres fueron regalados por un laboratorio, según Carlos Constante, director del área sanitaria del Servicio Catalán de Salud. Constante justifica este escaso número de aparatos, señalando que estudios internacionales desaconsejan hacer densitometrías indiscriminadas.