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Buena acogida, en Hollywood al cortometraje español 'Esposados' de Juan Carlos Fresnadillo

Los grandes estudios niegan la entrada a Larry Flynt en la ceremonia de los Oscar

A primeras horas de la madrugada del domingo, cuando en el club Mamagaya, del 402 de la avenida La Ciénega, sonó en su honor Carnavalito, Juan Carlos Fresnadillo seguía sin creérselo. ¡Fresnadillo estaba en Los Ángeles, como el único cineasta español candidato a uno de los Oscar que se entregarán esta noche (madrugada del martes en España)! ¡Y por un cortometraje que estuvo a punto de no llegar a nacer! Así que su alegría, y la del equipo de Esposados y miembros del Gobierno canario presentes en Mamagaya, tenía algo de estupefacta, la alegría del milagro.Esposados está muy bien. Lo pasaron en la tarde del sábado en la sala Chaplin, la cinemateca del 5300 de Melrose Avenue, contigua a los estudios donde se rueda la serie televisiva con el nombre de esa arteria de la megalópolis californiana, y el público, hispano o angloparlante, aplaudió con entusiasmo el final de un corto que se te queda corto. Esposados no es ni un chiste ni una elucubración, sino una buena historia de humor negro contada en una veintena de minutos. Dirigido por Fresnadillo, rodado en blanco y negro, bien interpretado por Pedro Mari Sánchez y Anabel Alonso y con una primorosa dirección artística de Tatitana Hernández, Esposados tardó dos años en hacerse, costó unos 20 millones de pesetas y si al final vio la luz fue porque el Gobierno canario hizo de comadrona.

Entre la sala Chaplin y Mamagaya, donde se celebró la fiesta de homenaje a su criatura, Fresnadillo, tinerfeño de 29 años, contó que su primer producto cinernatográfico tiene dos padres: el cine de Hitchcock y la comedia española de los años cincuenta y sesenta. Y un manifiesto entronque cultural: el humor negro español, "el que dio esa obra maestra que se llama El verdugo".

Rivales

Si Esposados no gana el Oscar al mejor cortometraje de ficción no será porque no lo merezca, ni tampoco porque no haya gustado a los miembros de la Academia de Hollywood. Pese al secreto que rodea todo lo relacionado con las estatuillas doradas, es público y notorio en Los Ángeles que Esposados sólo tiene dos rivales: Dear diary, un producto salido de la factoría de Spielberg que, en realidad, no es un corto, sino un piloto para la televisión, y el mexicano De tripas, corazón. El chovinismo norteamericano juega a favor de Dear diary y el deseo de tener las mejores relaciones con el vecino más próximo favorece al corto mexicano.Veremos. La suerte está echada. Las votaciones para todas las categorías terminaron el pasado día 18 y a esta hora los sobres lacrados ya contienen los nombres de los vencedores. Pero como sólo dos personas en el mundo, dos empleados de Price Waterhouse, están en el ajo, en la sucesión de fiestas relacionadas con los Oscar que jalonaron la noche californiana del sábado al domingo la especulación todavía competía con el pavoneo y la seducción.Dos maldades estaban en todas las conversaciones. La primera, la negativa de entradas para la ceremonia de entrega de las estatuillas al Larry Flynt de carne y hueso, el editor norteamericano de pornografía que ha inspirado la película El escándalo de Larry Flynt. Pese a que ese filme compita en dos categorías -Milos Forman, candidato a mejor director, y Woody Harrelson, a mejor actor-, Sony y Columbia, sus productoras, no han considerado "políticamente correcto" invitar a Flynt.

Madonna era la protagonista del segundo comentario universal. Subirá esta noche al escenario del Shrine Auditorium, pero para cantar, que es lo suyo. La Academia no la ha incluido entre las candidatas a la mejor interpretación femenina por su Evita. Hollywood, decían las lenguas más pérfidas, la ha puesto en su sitio.

Por lo demás, ayer seguía esperándose una "tormenta del desierto" en forma de muchos premios para El paciente inglés, de Anthony Minghella. En su contra juega que, aunque de producción norteamericana, es vista en Hollywood como "muy extranjera": se desarrolla en Italia y el norte de África, el director es inglés, los actores son europeos... Eso sopla a favor de Jerry Maguire, con el sello de ese buen chico tan norteamericano que es Tom Cruise.

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