El 'caso Otegi'
Un pistolero terrorista de ETA le vuela la cabeza a un ciudadano, destroza una familia. Tres policías presencian el asesinato, salen en persecución del asesino armado, lo cogen vivito y coleando, no le matan, no le dan una paliza, no le pisan la cabeza, le llevan a un centro de salud, a una comisaría y finalmente al juez.¿Qué Pasa luego? ¿Llueven las felicitaciones a los policías, al ministro del Interior? ¡Pues no!Algunos responsables políticos (PNV, EA, IU) no felicitan a nadie; al contrario, llaman públicamente terroristas a los policías y acusan al Gobierno de contar "cuentos chinos" (PNV); critican que el matón asesino estuviera hora y media en comisaría y preguntan si fue interrogado antes de ser llevado a la casa de socorro (IU).
A muchos ciudadanos que no hablamos por la radio, que no salimos en la prensa -es decir, la mayoría de los ciudadanos de este país-, se nos funden las neuronas cuando oímos y leemos las declaraciones de algunos responsables.
No represento a nadie, ni hablo en nombre de nadie, pero quiero decir que esta situación es kafkiana, es de locos, que las declaraciones de estos portavoces son vergonzosas, que atentan a la democracia, ofenden gravemente a las fuerzas de seguridad del Estado y no siento ninguna pena si "el chico" asesino fue interrogado antes de ir a la casa de socorro. Sí me apena el destino del funcionario (una tumba).
El ministro del Interior, la forense y el juez dictaminan que no ha existido tortura. El que diga lo contrario sin demostrarlo se está metiendo en una trinchera peligrosa-
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