_
_
_
_
_

El 'afeitado', clave de la huelga

Documentos reivindicativos, foros, frases lapidarias de la confederación de taurinos llamada CAPT -aquella de "Nosotros queremos la modernidad, ellos el parque jurásico", que dijo su portavoz de imagen, es antológica-, todo por menudo y en conjunto constituye una ceremonia de la confusión que pretende ocultar primero, legalizar después, el afeitado.No es cierto que las técnicas de detección del fraude sean malas, como pretende hacer creer la CAPT, que ha declarado en huelga la fiesta. Es la excusa que se ha buscado para que no se someta a análisis de astas ningún toro. De un lado, porque parte de las figuras los exigen manipulados; de otro, porque probablemente varias ganaderías tenían ya afeitados toros el pasado invierno, y si Interior radicalizara los análisis post mortem, recaerían sobre ellas multas e inhabilitaciones.

Más información
La Administración central y las autonómicas hacen frente común ante los problemas de la fiesta

La orden ministerial que con amenaza de huelga logró la confederación que aprobara Interior en abril de 1996 propiciaba la impunidad en el fraude. La derogación de esa orden por el nuevo Gobierno el pasado diciembre la cogió por sorpresa. Y quizá se derivara de ahí la precipitación con que la CAPT -dominada por ciertos ganaderos- convocó la huelga; la desmesurada radicalización de su postura; la inusual cuantía de medios que está empleando para imponer sus pretensiones.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_